El juez federal Gustavo Villanueva aceptó este lunes la extradición solicitada por Chile del dirigente de la comunidad mapuche Facundo Jones Huala y, tras conocerse la decisión, hubo incidentes en las puertas del Juzgado.
Efectivos de la Gendarmería y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que custodiaban el edificio, lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma contra los manifestantes que golpearon con palos sus escudos y las vallas colocadas en el lugar.
El enfrentamiento entre las fuerzas y un reducido grupo de mapuches se produjo pasadas las 12.30, luego de que se conociera el fallo del magistrado que habilitó la extradición del dirigente al país vecino.
Los disturbios en las afueras del Juzgado generaron 15 detenidos: 7 mujeres, 8 hombres y un joven de 14 años que estaba demorado y que iba a ser derivado a la Dirección de Promoción Familiar provincial, informaron los medios locales.
El fiscal Guillermo Lista, que quedó a cargo de la investigación de los incidentes, explicó que los manifestantes rompieron vehículos y las vidrieras de varios locales de la zona.
«Teníamos información de que había detenciones. Nos pusimos en contacto con el jefe de la Regional quien aseguró que estas personas fueron sorprendidas en flagrancia arrojando objetos contundentes», señaló Lista en declaraciones al portal Río Negro.
En Chile se acusa a Jones Huala, de 31 años, de haber participado en un incendio ocurrido en Pisu Pisué el 9 de enero de 2013, de la tenencia ilegal de armas caseras y del ingreso irregular a ese país.
Villanueva leyó la resolución ante el fiscal Jorge Bagur Creta y la abogada defensora Sonia Ivanoff, en su despacho en el Juzgado Federal de Bariloche.
El líder de la comunidad mapuche, en tanto, recibió el fallo a través de videoconferencia en el penal de la ciudad de Esquel, donde se encuentra detenido.
La lectura de la decisión se demoró porque Jones Huala en principio se había negado a escucharla por videoconferencia y quería estar presente en el Juzgado, algo que fue rechazado por el magistrado.
En declaraciones a FM La Patriada, el dirigente mapuche reiteró que existe «una persecución política» en su contra y advirtió que a partir de este fallo «para el pueblo mapuche se acabó el diálogo».
«Fueron los funcionarios del Ministerio de Seguridad que desde hace tiempo decían que se reunían con fiscales para perseguir a la comunidad mapuche. Todo el mundo sabe que esto es una persecución política», subrayó.
Y agregó: «Siempre supimos que la decisión estaba tomada. El poder político y el poder judicial están en connivencia y usan mi causa para tapar el asesinato de Rafael Nahuel. Me ofrecieron negociar por mi libertad. Querían que dejemos de reclamar por nuestras tierras».
Por el momento, Jones Huala no será enviado a Chile para ser juzgado y seguirá detenido en Esquel, en tanto que su abogada adelantó que apelará el fallo.
El juez Villanueva expresó que los delitos que se le atribuyen al dirigente mapuche en Chile también están tipificados en la Argentina, por lo que ahí reside uno de los requisitos de la extradición.
En la resolución de 66 páginas, el magistrado aclaró que Jones Huala podrá ser juzgado por el incendio y la tenencia de armas, pero no por el ingreso ilegal al país vecino.
Consideró, además, que no se puede catalogar a los delitos que habría cometido el dirigente como «políticos», que están relacionados al «asilo político», porque no se cometieron contra el Estado.