Entre las nuevas habilitaciones dispuestas por el gobierno de Santa Fe en conjunto con la Municipalidad de Rosario y en el contexto de una pandemia sin final a la vista, está la de la navegación en el río Paraná. Pero no toda: sólo para deportistas náuticos federados y escuelas de embarcaciones a remo, con instructores a cargo y límite en la cantidad de participantes. Los kayakistas recreativos, ahora, reclaman que también les permitan transitar las aguas con los protocolos que, afirman, ya le presentaron a las autoridades y que, esgrimen, hacen que sus incursiones impliquen menor riesgo de contagio que otras actividades rehabilitadas.
Los kayakistas convocaron a una movilización, con barbijos y distanciamiento social, para la tarde de este miércoles, a partir de las 18.30, en bulevar Oroño y el río. Como otras movidas de un colectivo que tiene intersección con el de los navegantes, tal el caso de las promovidas por la multisectorial en defensa de los humedales, la iniciativa queda al filo de las medidas sanitarias. Insisten en que evitarán una aglomeración.
Este lunes, la Prefectura comunicó que, de acuerdo con lo pautado junto a la Secretaría de Deportes de Santa Fe, se permite de nuevo parte de la actividad náutica. Incluye a los practicantes de canotaje, remo y Stand Up Padle –tablas con remo– federados o a las escuelas de enseñanza respectivas de esas disciplinas con un instructor y hasta 10 personas por grupo.
Los kayakistas argumentan que si navegan de a uno por bote –kayak o piragua– es casi nula la posibilidad de contagios si, además, se guardan las distancias en el embarque y desembarque y, como ocurre en los rehabilitados gimnasios, no se utilizan los lugares comunes de guarderías o clubes y se desinfectan los elementos utilizados.