Axel Kicillof, con el 80 por ciento de las mesas escrutadas, se convertía este domingo en uno de los candidatos más votado: 49 a 32 era el resultado de los datos oficiales. Hace seis meses parecía una utopía que se acercara a María Eugenia Vidal, el caballito de batalla más fuerte de Cambiemos. Después vinieron las encuestas, que avizoraban una especie de empate técnico entre ambos. ¿Qué pasó? ¿Puede haber un error de 20 puntos? ¿Dónde quedan los análisis del corte de boleta que se iba a producir en provincia de Buenos Aires para que Vidal fuera gobernadora? Las Paso muestran un descontento irreversible en la madre de todas las elecciones, la provincia de Buenos Aires. Un triunfo que nadie esperaba a menos con tanta diferencia. El corte de boleta no llegó ni siquiera al 2 por ciento y en el búnker se escucha «El mono relojero» de Kapanga, en respuesta al «vayan a dormir» de Mauricio Macri.
Además, cinco fórmulas quedaron habilitadas para competir por la Gobernación de la provincia de Buenos Aires en las elecciones de octubre próximo, tras superar el 1,5% de los votos requeridos en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso), de acuerdo a los datos del escrutinio provisorio, escrutado el 79% de los sufragios.
Según el recuento provisional, la lista del Frente de Todos que encabeza Axel Kicillof obtenía el 49,16%, seguida de la Juntos por el Cambio que postula a la gobernadora María Eugenia Vidal, que lograba el 32,75%.
También superaba el piso exigido por la ley el candidato de Consenso Federal, Eduardo «Bali» Bucca, con el 5,81%; el Frente de Izquierda, que lleva como candidato a Cristian «Chipi» Castillo, que lograba el 3,23%, y el Frente Nos, con Gustavo Álvarez, que alcanzaba el 1,68%.
No lograron el piso electoral el Movimiento de Avanzada Socialista, el Frente Patriota, el Partido Dignidad Popular y el Movimiento de Organización Democrática.
Cuando el triunfo era indiscutible, el primero en hablar desde el búnker del Frente de Todos fue Máximo Kirchner, quinto candidato a diputado nacional. Y le pidió al gobierno la mayor de las tranquilidades para poder llevar una campaña limpia, lejos de la agresividad y cerca de las propuestas, como los argentinos, piensen como piensen, necesitan.
A su turno, el candidato a gobernador, que se impuso por casi 18 puntos porcentuales a María Eugenia Vidal, Axel Kicillof, dijo: «Esta ha sido una campaña muy desigual. Lo importante y lo que a mí me llena de orgullo y es el gran mensaje que tenemos para esta noche, que en esta campaña no se gastaron millones para publicidad, no se agredió. Fue una campaña que contó con muchísimas ayuda, en la que todos aprendimos muchísimo».
Recordó la austeridad con la que recorrió la provincia, los kilómetros recorridos a bordo de un Clio, las agresiones que recibió y la campaña sucia, de la que aseguró no va a ser parte. «Me llana de orgullo que en esta campaña no se gastaron millones para publicidad, no se mintió, no se agredió, no se acusó. Fue una campaña que además contó con muchísima ayuda» Y agradeció a Cristina Kirchner, Alberto Fernández y Verónica Magario, en ese orden, por el tiempo de campaña que compartieron. «La mayoría de los bonaerenses quieren una provincia distinta, con otras prioridades. Quieren ponerla en marcha».