El diputado nacional kirchnerista y ex ministro de Economía Axel Kicillof destacó ayer que “sería raro” que el papa Francisco “apoye” a un gobierno como el de Mauricio Macri, el cual sostiene una visión “en dirección opuesta” a la que el jefe de la Iglesia católica “predica”, y sugirió al mandatario argentino que “para llevarse bien” con él debería “dejar de gobernar para los ricos”.
De esta manera, el dirigente de La Cámpora se hizo eco de la devolución que ordenó el Papa de los más de 16,6 millones de pesos que el gobierno nacional había dispuesto a través de un decreto como donación a la fundación Scholas Occurrentes apadrinada por Jorge Bergoglio, lo que muchos interpretaron como un nuevo gesto de frialdad hacia Macri.
“No es una cuestión personal, sino que sería raro que apoye a un gobierno que está haciendo lo contrario a su orientación en el papado. Para llevarse bien con el Papa tiene que cambiar las políticas y dejar de gobernar para los ricos”, analizó Kicillof en declaraciones a Radio Del Plata.
Y agregó en esa línea que “no hay que ser muy sutil para darse cuenta de que todo lo que ha exhibido el gobierno de Macri va en dirección opuesta a lo que predica el papa Francisco de tomar medidas de protección a los que menos tienen”.
Por otra parte, el ex funcionario de mayor confianza de Cristina Kirchner cuestionó duramente el proyecto “ómnibus” de pago a los jubilados con sentencia judicial a favor, al que definió como una “sarta de parches” y que lejos está de constituir una “reparación histórica”.
“Más que reparación histórica a los jubilados es una sarta de parches, que muy lejos de una reparación son leyes que vienen a romper un montón de cosas”, dijo.
Asimismo, aseguró que “en vez de ser un paquete de leyes es una ley paquete” y que “el pago a los jubilados, que tendría que ser el envoltorio colorido, también es muy malo”.
“Sospechamos que va a tener una devolución muy parecida a los de los buitres”, remarcó.
Consultado acerca del proyecto de blanqueo de capitales no declarados, que el gobierno propone como una de las vías de financiamiento del pago de los juicios a los jubilados, el legislador kirchnerista lo definió como un “espanto” y una “joda”.
“Es un espanto, es un blanqueo sin repatriación de capitales”, disparó, a la vez que contrastó el proyecto actual con las iniciativas de blanqueo del gobierno kirchenrista, los cuales exigían el reingreso de los capitales fugados.
“Nuestro blanqueo en 2013 no fue un blanqueo, sino una repatriación de capitales y mínimamente pretende que no sea para los funcionarios y los familiares que están presentado la ley”, explicó.
Según afirmó, el proyecto original presentado por Cambiemos “era como una autoamnistía para Macri, porque cuando presenta la ley dice que los funcionarios pueden entrar, cosa que estaba prohibida en nuestro blanqueo. Parece una joda”.
Si bien dejó en claro que no apoya la propuesta de blanqueo del macrismo, Kicillof defendió la utilización de este recurso para “recuperar” plata “escondida bajo las baldosas”.
“Los gobiernos hacen un blanqueo porque hay plata que está escondida bajo las baldosas y los paraísos fiscales protegen a los evasores, entonces los blanqueos surgen como búsqueda lateral por recuperar esa plata que da por perdida. Como no se puede detectar a los delincuentes que se la llevan para evadir, se le propone traerlo y cobrarle una multa”, resumió.
Y a modo de diferenciarse del proyecto oficialista, Kicillof esgrimió que “se tiene que excluir a todos los (evasores) que ya fueron descubiertos, porque si no es una amnistía”.