Tuvo que decir basta. No porque quisiera, sino, porque su cuerpo dijo basta. Dicen que las malas noticias no avisan y eso es lo que le pasó al ex jugador de Newell’s, Adrián Peralta cuando en un estudio de rutina le detectaron una afección cardiaca.
El Kily, todavía jugador de Lanús, se estaba haciendo los exámenes físicos pertinentes para el comienzo de la presente temporada cuando los médicos le detectaron un problema el corazón.
Debido a esto, decidieron separarlo del plantel hasta realizarle nuevos estudios y se consultaron otras voces facultadas en España e Italia.
Lamentablemente para el jugador, reflejaron lo que la mayoría sospechaba: tenía que abandonar el fútbol.
Así, con 29 años, el mundo de la redonda lo golpeó con todas sus fuerzas y lo tiró, pero él lejos de perder por nocaut, tiene fuerzas para seguir peleando.
“Tengo una arritmia cardiaca que me impide jugar. Supuestamente la enfermedad era congénita pero en mi familia le hicieron los estudios y por suerte salió todo bien”, explicó el Kily.
Peralta, quien jugó en Newell’s en la temporada 2006-07, recordó el momento en el que recibió la noticia: “En ese momento no caía, no lo podía creer. Yo no siento dolor de nada, fue todo muy raro. Nunca me sentí mal. Fue todo sorprendente. En ese momento me apoyé en mi familia en mi nena y en mi señora”.
Además, el Kily se sinceró y reconoció lo difícil que es no salir más a una cancha de fútbol: “Uno está acostumbrado a entrenar y la cabeza a uno le carbura a mil. Cuesta mucho levantarme y no poder ir a entrenar. Tengo una casa de aberturas y trato de poner la cabeza en eso. Pero cuando más me cuesta es cuando apoyo la cabeza en la almohada o cuando veo los partidos y me muero de ganas de poder estar”.
Consultado sobre su paso por el rojinegro, el volante por izquierda afirmó: “La verdad que fue una linda experiencia, era un muy buen equipo, con jugadores como el Burrito (Ariel) Ortega o Justo Villar. Tuvimos una muy buena etapa conla Copa Libertadoresy después nos tocó una racha difícil con varias fechas sin ganar. Pero lo que a uno siempre le queda es la gente y la ciudad. A mi me trataron bárbaro desde el primer día hasta el último”.
Justamente, luego de su paso por el Parque Independencia, el Kily se fue a Lanús tras un breve paso por Huracán, y en el equipo del sur bonaerense se coronó campeón en 2007. Allí, la gente lo apoyó en todo momento y en el encuentro ante Vélez le entregó una plaqueta: “Fue una alegría enorme volver a pisar un campo de juego. Estoy agradecido a Lanús por el reconocimiento y por la entrega de la plaqueta. Estas cosas a uno lo llenan de vida, me da mucha esperanza y ganas para encarar el futuo de otra manera”.
Por último, Peralta comentó lo que está preparando para su futuro, siempre ligado al fútbol: “Los dirigentes de Lanús me ofrecieron dirigir una categoría en inferiores, pero me dijeron que esté tranquilo. Tengo pensarlo y después me voy a juntar con los dirigentes para evaluar y hablar como sigue mi futuro.
Yo quiero estar preparado para dirigir. Nosotros los jugadores de fútbol sabemos que hacer cuando tenemos la pelota pero enseñarle a alguien es más difícil; saber expresarse dentro del fútbol delante de un grupo vale mucho y quiero estar bien preparado”.