De no haber tomado las medidas que disminuyeron el contacto social en Rosario, el sistema sanitario hubiera colapsado. La hipótesis se puede establecer a partir del informe publicado este lunes 28 por Ernesto Kofman, matemático del CONICET. El trabajo compara los casos diarios diagnosticados hasta la fecha actual, con curvas proyectadas en base a lo que había ocurrido antes de las restricciones. El máximo número de contagios llegaría en octubre, aunque dicho “pico” dependerá del contacto social que haya en los próximos días.
Cabe recordar que Kofman había anticipado a comienzos de agosto, que de no modificarse la circulación en Rosario, se llegarían a superar los 700 casos a mediados de septiembre, algo que finalmente ocurrió. En este sentido, en este nuevo informe, el especialista de CONICET señaló: “Entre el 17 y el 27 de septiembre se verificó una reducción del contacto social promedio del 25% respecto a los primeros 10 días de tomadas las medidas. Esta disminución, implica que a la fecha hay aproximadamente 3400 contagios menos que los que hubieran ocurrido sin las medidas. Estos 3400 contagios se hubieran traducido aproximadamente en la ocupación de 60 camas de terapia adicionales durante dos semanas”.
En el documento, el también profesor de la UNR señala que posiblemente esta semana “se superen ocasionalmente los 1000 casos diarios, pero no parece muy probable superar los 1500 promedio que había se habían proyectado asumiendo que no habría cambios en el contacto social”.
En términos técnicos, esta meseta mencionada -y la posibilidad de un descenso de casos posterior- depende principalmente de tres factores, que Kofman enumera así en el documento: “1) El valor de R0 (que de 1.7 parece haber descendido al orden de 1.3 o 1.4, pero que no sabemos cómo va a seguir). 2) El porcentaje de población que está realmente expuesta al virus, sin contar quienes casi no tienen contacto estrecho fuera de su núcleo de convivencia, 3) El factor de detección de casos (sabemos que se detecta sólo una fracción de los casos)”.
El material incluye gráficos con una proyección. “En la Figura 1 -dice el documento- las curvas están hechas asumiendo que la relación entre los últimos dos puntos es similar a los de la Ciudad de Buenos Aires y el modelo en tal caso proyecta que entre principios y mediados de octubre ocurriría un máximo de casos. El máximo número de contagios en dicho “pico” dependerá del contacto social que haya en los próximos días”.
Finalmente, el trabajo de Kofman asegura que una limitación del modelo utilizado es que asume una “población homogénea”. Y señala: “Si bien hasta acá las proyecciones han sido muy precisas, si hubiera un ingreso tardío del virus a poblaciones con mayor nivel de contacto social, podría haber durante cierto período un crecimiento de contagios por encima del proyectado”.
Para este último punto, será clave el desempeño del Programa DetectAR, en el que están trabajando desde el municipio, con apoyo de Nación, en muchos barrios de la ciudad y la vinculación de Centros de Salud y varias áreas de apoyo.
Las proyecciones se basan en un modelo SEIRD, “que simula la dinámica de contagios del virus en función de un parámetro en principio desconocido (R0) que representa cuantas personas son expuestas al virus por una persona contagiada. Este parámetro se ajusta mediante un algoritmo de optimización de manera que la curva que predice el modelo hasta una fecha dada se parezca lo más posible a la curva real hasta dicha fecha”, establece finalmente Kofman.