“Cuando tenemos la pelota somos un equipo poderoso. Si tenemos que correr la cosa cambia”. La definición de Kudelka tras la victoria ante Lanús es una buena radiografía de la actualidad leprosa. Si bien la frase del entrenador puede sonar algo pretensiosa, ya que hablar de un “equipo poderoso” cuando Newell’s ganó dos partidos de seis parece mucho, tampoco es descabellado asumir que esas dos victorias, y los buenos ratos de fútbol del equipo en este torneo, fueron cuando la Lepra tuvo mejor posesión de la pelota, y en consecuencia, el rival no lo superó físicamente.
La realidad es que estos seis partidos, más allá de las desafortunadas lesiones de Alan Aguerre e Ignacio Scocco, hubo deficiencias del equipo que quedaron a la vista, aunque también hubo puntos positivos para usar como plataforma de partida de cara a la Zona de Complementación, una parte del torneo que Newell’s usará para terminar de definir cuestiones de funcionamiento y rendimiento del equipo de cara a un 2021 donde la Copa Sudamericana aparece como el gran objetivo.
¿Qué cuestiones positivas puede sacar Kudelka?
Hay un punto que quedó muy evidenciado en las dos victorias ante Lanús, y en algunos buenos ratos del equipo ante Boca y Talleres: si Pablo Pérez tiene un buen rendimiento, el equipo tiene otra cara.
Sin dudas, Pérez es el termómetro que tiene Kudelka en cancha para poner en práctica su plan. Cuando el mediocampista se hace dueño de la pelota y maneja los tiempos del partido, el equipo tiene mayor volumen de juego, y genera más cantidad de situaciones de gol. Pasó en ambos partidos con Lanús, donde Pérez fue figura y, como consecuencia de ello, la Lepra anotó siete goles.
Y para que Pérez juegue bien, más allá de una tarde o noche más o menos iluminada, debe tener un socio en el mediocampo que compense físicamente, que lo ayude en la presión alta, que le cubra la espalda, que no lo haga desgastarse tanto. En el primer partido con Lanús, esa función la cumplió Moreno, con un doble cinco que funcionó, muy bien acompañado con el esfuerzo físico de Sebastián Palacios y Francisco González. Y el domingo, con otro esquema, al mediocampo de Newell’s le hizo muy bien tener el despliegue de Jerónimo Cacciabue.
No hay dudas que si Cacciabue recupera el nivel del año pasado, anterior a la lesión, su titularidad no está en discusión. Incluso sobre un Moreno que es más irregular.
Un punto que tiene que terminar de definir Kudelka es la posición de Maxi Rodríguez. Está claro que el DT, con buen criterio, no quiere desgastarlo físicamente. Obligarlo a los 40 años a correr en la marca sería una locura. Por eso optó por ubicarlo en una zona media, casi como un enganche. Y la Fiera le dará valor a su presencia en ese sector si Newell’s tiene la pelota, ya que si el equipo se hace largo, su lejanía al área le quitará lo mejor que hoy le puede dar al equipo.
Tal vez la mejor noticia que le trajo este inicio del torneo a Kudelka es la confirmación de que Francisco González puede ser titular y aportarle dinámica al equipo. Panchito puede jugar como extremo y ser un buen socio de Scocco (cuando regrese) o cualquier otro delantero. Y no le escapa a la recuperación de la pelota, algo fundamental para un equipo que necesita sacarle esa obligación a Maxi y a Nacho.
Por otra parte, Sebastián Palacios dejó en claro que es un delantero interesante, muy complicado para los rivales si tiene campo a favor, pero igualmente peligroso cuando ingresa al área como extremo. Kudelka lo conocía de Talleres y eso ayudó a su adaptación, aunque el parate no permitió que Newell’s lo pudiera disfrutar demasiado. Sin dudas, la dirigencia deberá hacer un esfuerzo para renovar su préstamo, ya que puede ser una pieza importante de cara a un año 2021 con objetivos muy pretenciosos.
¿Qué hay que mejorar?
No hay ningún tipo de duda que Newell’s no pudo encontrar el reemplazante de Cristian Lema. Ni Manuel Guanini ni Fabricio Fontanini estuvieron cerca de hacer olvidar al defensor que se fue al fútbol árabe. Por el contrario, tuvieron rendimientos muy flojos y generaron una desestabilidad defensiva notoria.
Y Kudelka y la dirigencia deben haber tomado nota de eso. Una de las prioridades en el mercado de pases será conseguir un zaguero con buen juego aéreo y mayor estabilidad a la hora de marcar. No será fácil, pero sí necesario.
Otro sector que dejó dudas es el lateral derecho. A Gabrielli le costó acomodarse, tal vez producto de una lesión en la pretemporada y síntomas de Covid-19 que no le permitieron estar en su mejor forma. Y Facundo Nadalín, más allá de su entrega irreprochable, tuvo muchas falencias en defensa y poca claridad en ataque. Tal vez se deba buscar un lateral derecho, aun-que no es tan indispensable como un dos.
Otro déficit del equipo es la inestabilidad en ataque. Está claro que Newell’s aún no pudo aprovechar a pleno la presencia de Nacho Scocco, y la lesión del delantero no permitirá que eso se pueda trabajar hasta la pretemporada. Pero más allá de darle más valor a la presencia de Nacho, el equipo necesita tener otras alternativas en ataque, no quedar atado a Nacho y Palacios como únicas armas. Hoy los delanteros suplentes carecen de experiencia, y no tiene un nueve alternativo confiable. Otro punto a analizar en un mercado de pases donde la plata no sobrará y habrá que apelar al ingenio.
También está el tema del arquero, La impensada lesión de Aguerre expuso la falta de un suplente para un puesto tan importante. Macagno no lo hizo mal, salvo en el partido ante Boca de visitante. Aunque su inexperiencia lo pone a prueba cada partido. Y además, para no exponerlo tanto, el equipo debió cambiar su forma de salir jugando, apelando a un pelotazo largo que le impide comenzar a jugar con el balón desde abajo.
Y como Aguerre tiene para algunos meses, y Macagno se irá en enero, la búsqueda de un arquero será obligatoria y los dos nombres que pican en punta son el uruguayo De Amores y Rodrigo Rey.
Arrancar de cero, recuperar forma física y futbolística. Sacarse la pandemia de encima y empezar a edificar un equipo de cara a un 2021 donde se jugará en serio. Esa será sin dudas la misión de Newell’s en estos partidos que restan donde tal vez la calidad de los rivales le permitan mejorar una imagen que estuvo borrosa.