L-Gante lanzó una reversión de la canción “La Mano de Dios”, en homenaje a Diego Armando Maradona y a Rodrigo Bueno. Con una fusión entre la fórmula musical de la Cumbia 420, estilo fundado por el cantante de general Rodríguez, y el típico sonido cuartetero de la canción de «El Potro».
«Gracias por invitarme y permitirme versionar esta canción con mucho respeto y admiración”, escribió el músico en su cuenta de Instagram, en alusión a la propuesta que recibió por parte del equipo de Rodrigo. El videoclip fue posteado en el canal oficial de YouTube del fallecido cantante, por lo que quedó en evidencia que la idea se dio desde quienes están a cargo de la marca Rodrigo.
https://www.youtube.com/watch?v=lfksgcwpoAY
La reversión fue publicada un día después del primer aniversario del fallecimiento del mítico jugador de fútbol, Diego Armando Maradona, que murió por una descompensación seguida de un paro cardiorrespiratorio el 25 de noviembre de 2020. En menos de dos días de su lanzamiento, el videoclip, en el que sólo se puede ver una foto de la tapa del single, ya cuenta con más de 33 mil reproducciones.
«Si pudiera disculparme, volver el tiempo atrás y cambiar la historia, lo haría. Pero el gol sigue siendo un gol, Argentina se proclamó campeona del Mundial y yo fui el mejor jugador del mundo. No puedo cambiar la historia. Todo lo que puedo hacer es seguir adelante», expresó Diego Maradona en el programa La Noche del 10, en 2005 y recordó el portal El Destape.
«Yo en ningún momento hablé de perdón. Hablé solamente de que la historia no se podía cambiar, de que yo no tengo por qué pedirle disculpas a nadie, porque fue un partido de fútbol en el que había cien mil personas en el Azteca, veintidós jugadores, que había dos líneas, que había un árbitro, que Shilton, el arquerazo ese, sale a hablar ahora y él no se había dado cuenta, se lo tuvieron que decir los defensores», siguió el futbolista y cerró: «Así que la historia ya está escrita, ya no la puede cambiar nada ni nadie. Y eso fue lo que dije. Yo nunca le pedí perdón absolutamente a nadie. Aparte no tengo que pedir perdón yendo a hacer una nota a Inglaterra. ¿Para qué? ¿Para ganarme a quién? Lo que más me jode es que se hacen eco en Argentina y hacen hablar a gente que me conoce. Hablan de contradicciones. A los cuarenta y siete años me parece que pedirles disculpas a los ingleses es una estupidez».