Ayer por la tarde finalizó la muestra fotográfica “Línea K, cincuenta años con vos”, acerca de la historia de este sistema de transporte eléctrico en Rosario. La exposición, compuesta por 21 paneles en los que se exhibieron imágenes fotográficas y mapas, y por piezas afines y maquetas a escala, estuvo organizada por la Asociación Rosarina Amigos del Riel y la empresa Semtur y se desarrolló desde el jueves 13 en el entrepiso del Centro Cultural Bernardino Rivadavia, San Martín 1080. “Todo esto nace a partir de que este año se culminó con la restauración y puesta en servicio del trolebús 39, uno de los cuarenta originales que fueron traídos a Rosario para equipar las líneas, hace, precisamente, 50 años”, explicó Carlos Fernández, de Amigos del Riel. Así, la muestra que culminó ayer no fue más que una previa al gran hito: la puesta en marcha de la vieja unidad, que fue totalmente restaurada, en buena parte gracias al trabajo voluntario y desinteresado.
El 3 de diciembre de 1961 fue la inauguración de la línea K, en la intersección de bulevar Avellaneda y calle Mendoza, frente al mítico bar La Capilla –mudo testigo que hoy ya no está– y la parroquia San Francisco Solano.
Uno de esos cuarenta coches, el número 39 de las unidades fabricadas por Fiat, la Fábrica Italiana de Automotores de Torino, fue restaurado por parte de la Asociación Rosarina Amigos del Riel, con la ayuda de la Sociedad del Estado Municipal para el Transporte Urbano Rosario (Semtur). En ese marco, y a modo de “previa”, se realizó la muestra fotográfica que culminó ayer. En el entrepiso del Centro Cultural Bernardino Rivadavia estuvieron expuestas, por dos días, unas 21 fotos de diferentes momentos históricos del transporte, cuyo paso por Buenos Aires –antes de llegar a Rosario– quedó retratado para siempre en los dibujos de Francisco Solano López sobre el guión de Héctor Oesterheld. Allí, en El Eternauta, los vacíos coches conforman uno de los paisajes de la desoladora invasión extraterrestre con epicentro en la Argentina creada por ambos maestros, que hoy tampoco están.
Ya en la ciudad, las fotos muestran a los troles que fueron y hasta los que vendrán, pasando por sus abandonos y hasta las barricadas del Rosariazo, cuando la resistencia contra la dictadura de Juan Carlos Onganía los tuvo como blanco por su imposibilidad de salirse del recorrido.
La idea principal de este proyecto por el cincuentenario de la línea K es homenajear a estos transportes el próximo . de diciembre, en el mismo lugar donde fueron inaugurados, y con la presencia del trolebús histórico. Ese día, en aquella esquina de zona oeste, habrá un acto conmemoración organizado por la Asociación Amigos del Riel, la Semtur y la Municipalidad. “Este es el primer trolebús que se recupera históricamente en la Argentina, en Sudamérica, y no me animo a decir el Hemisferio Sur, pero es probable. Nos ha dado mucha satisfacción”, resaltó Fernández. La unidad en cuestión logró ponerse en marcha el 4 de mayo de este año, y la idea es que, luego de su inauguración y completados algunos enlaces de líneas aéreas, sea utilizada para recorridos turísticos-históricos en días y zonas determinadas de la ciudad.
Según explicó Carlos Fernández, durante la muestra predominó la sorpresa de la gente por la recuperación del viejo ómnibus, a la par que se preguntaban cuándo van a crecer estas líneas. “Esa una decisión política. Por lo pronto, en los primeros meses del próximo año, va a venir un prototipo articulado a pruebas por unos meses. Si es satisfactorio, cabe la posibilidad de comprarlos para reforzar la línea K”, agregó el “amigo del riel”.
En ese sentido, cabe preguntarse qué es un “trolebús”, más allá de lo que salta a simple vista al verlo andar por la calle. “Es un ómnibus común, con la única diferencia que funciona con energía eléctrica, así que es mucho más amigable con el medio ambiente. Por donde circula no produce contaminación, es más silencioso y, aparte, gran parte de la energía eléctrica que