Un día después del controvertido procedimiento policial a pocos metros de la Municipalidad de Rosario, frente a la sede del gremio del Correo, el ministro de Seguridad provincial Pablo Cococcioni, defendió la actuación de los uniformados, y ratificó que hizo una presentación penal por supuesta resistencia a la autoridad.
En la tarde de este jueves, dos policías quisieron identificar a un trabajador, al que describieron como quien presentaba dos tatuajes. Ahí los gremialistas denunciaron hostigamiento, mientras se aprestaban a caminar unos metros hacia la plaza 25 de Mayo para participar de la histórica Ronda de las Madres, esta vez en repudio al protocolo represivo dictado por el gobierno de Javier Milei –para sostener las regresivas reformas legislativas- que ya algunos provincias estrenaron con golpes a manifestantes.
El Ejecutivo provincial alegó resistencia de la autoridad agravada, por parte de integrantes de la cúpula del sindicato, desde donde cuestionaron la actitud de los uniformados de abordar a un trabajador que está junto con otros compañeros por su sola portación de cara.
“Lo que nosotros entendemos que pasó es que un reducido grupo de funcionarios de la Policía estaban realizando procedimientos de chequeo y averiguación en calle y no hicieron otra cosa que solicitarle a un ciudadano que por favor le exhibiera su documento de identidad. Es una facultad policial, no es ilegal, no es de la dictadura y no es nada por el estilo”, señaló Pablo Cococcioni en diálogo con Radio Dos.
Según evaluó, la reacción de quienes estaban en el lugar “no sólo fue cuestionar esta facultad, sino que después se conglomeró un grupo de personas que empezó a agredir al personal policial verbalmente y generando algún grado de confrontación casi física”.
“De parte del Ministerio de Seguridad no vamos a dejar de pasar la oportunidad de formular una denuncia contra todo aquel que ponga un dedo, insulte, amenace o se quiera resistir al legítimo accionar de la policía”, remarcó, para definir conceptualmente el rumbo que le imprime a su gestión: “La actitud sospechosa es un concepto flexible, hay un margen de valoración policial y eso está legislado”.