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La actividad mejora pero los ingresos caen y muchos profesionales se van al cuentapropismo

En sintonía con lo que sucede a nivel nacional, los salarios registrados e informales sufren los efectos de la inflación. El sector que tuvo una mayor recomposición de ingresos fue el de cuentapropistas, compuesto cada vez más por personas con buen nivel educativo

La actividad económica en Gran Rosario sigue mostrando una sostenida caída del desempleo y alta ocupación, pero con la particularidad de que el poder adquisitivo sigue sufriendo pérdidas respecto a años anteriores. Si bien el empleo asalariado fue la categoría que más personas sumó (+50.158) en los últimos seis años, su expansión se explicó principalmente por el crecimiento del empleo privado informal y, en menor medida, por el del empleo público formal.

Los datos también dan cuenta de un fenómeno particular: en los últimos años el sector que tuvo una mayor recomposición de sus ingresos fue el de cuentapropistas, compuesto cada vez más por personas con buen nivel educativo. Este porcentaje de trabajadores, que decreció en los últimos años, terminó 2022 con una recuperación de ingresos muy por encima de la de asalariados formales.

El mercado laboral en la región muestra un buen desempeño en términos de ocupación y desempleo, pero la calidad del empleo creado y la evolución del ingreso real de los trabajadores en general no resultan alentadores. Este escenario se vincula con lo que sucede a nivel nacional: hay una porción importante de ocupados con ingresos por debajo de la línea de pobreza.

Según el último informe de la Fundación Banco Municipal de Rosario, una gran parte de los nuevos ocupados en la región son trabajadores asalariados informales con ingresos bajos, quienes experimentan una disminución en su poder adquisitivo desde finales de 2016 debido a la escalada inflacionaria que parece no tener techo. Esta pérdida de ingresos reales se observa en todos los trabajadores de la región, excepto en los cuentapropistas con mayor nivel educativo que se dedican principalmente a la actividad profesional y a los servicios de salud y sociales.

Deterioro en ingresos

Los ingresos reales del total de ocupados vienen perdiendo poder adquisitivo desde tiempo antes de la pandemia, no solo por el aumento de puestos de trabajo con bajos salarios como ocurre en el segmento informal de bajo nivel educativo, sino también por la caída en el salario real que experimentan los asalariados formales. Los últimos datos disponibles muestran que el poder adquisitivo de las personas ocupadas en el Aglomerado Gran Rosario (AGR) disminuyó, en promedio, 20,5% respecto al cuarto trimestre de 2016.

Según expuso el informe del Banco Municipal, el ingreso real de los trabajadores, en proporción a lo que ganaban en el cuarto trimestre de 2016, se mantuvo estable hasta principios de 2018 y luego se contrajo de forma sostenida hasta principios de 2021, año en el que se registró cierta recomposición.

Desde el cuarto trimestre de dicho año hasta mediados de 2022 el poder de compra de los ocupados volvió a caer, quedando en un escalón levemente superior al nivel más bajo registrado durante la pandemia. En el último trimestre del año pasado, se observa cierto aumento que no llega a recuperar los niveles observados en 2016

Elaborado por Fundación Banco Municipal

 

Al desagregar por categoría ocupacional, se observa que los ingresos reales de los patrones y los asalariados formales del Gran Rosario fueron los más perjudicados en comparación con 2016 (-28,4% y -23,9%, respectivamente). Por el contrario, los cuentapropistas fueron los únicos que se ubicaron por encima de dicho valor (+9,0%).

El caso de los cuentapropistas profesionales

“Resulta llamativa la diferencia en el comportamiento de los ingresos reales durante los últimos 6 años entre los asalariados y los cuentapropistas. Una posible hipótesis podría ser un cambio en la composición educativa de los segundos, con una mayor participación de individuos con mayor educación. Además, se plantea una segunda hipótesis relacionada con el crecimiento del ingreso real de este tipo de cuentapropista con mayor nivel educativo”, señalaron desde el Banco Municipal.

En los últimos años, a pesar de la disminución en la proporción de cuentapropistas en el total de ocupados de la región, se ha observado una creciente participación de los cuentapropistas con estudios universitarios superiores, especialmente graduados.

Este grupo, que tiene los salarios más altos en su categoría y que se dedica principalmente a la actividad profesional y a los servicios de salud y sociales, lideró el crecimiento salarial de los cuentapropistas a finales de 2022 con un aumento de 52,1% en los universitarios incompletos y de 35,6% en los completos respecto al cuarto trimestre de 2016.

En contraste, el ingreso real de los demás cuentapropistas con menor nivel educativo se contrajo en promedio 33,5% en igual periodo (-16,6% secundario completo, -36,6% secundario incompleto y -47,2% primario incompleto).

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