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La activista argentina se encuentra “de buen ánimo”

La argentina acusada de “piratería” explicó a la embajada que se encuentra bien. Un concejero explicó que está realizando gestiones para que puedan comunicarse con sus familiares.

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Camila Speziale, la joven  activista argentina de Greenpeace detenida en Rusia y acusada con  el cargo de «piratería» tras haber participado de una protesta  contra la extracción de petróleo en el Ártico, se «encuentra bien y  está de buen ánimo», informó hoy la embajada de nuestro país en  Moscú.

Una vocera de la representación diplomática argentina dijo a  Télam que «el consejero Rafael Patrick Gnani acaba de estar una  hora con ella en el centro de detención 51-1 de la ciudad de  Murmansk» y que vio a Camila «bien y de buen ánimo».

Gnani, que fue enviado por el embajador Juan Carlos Kreckler  desde Moscú a Murmansk para que se ocupe de los casos de Camila  Speziale y Hernán Pérez Orsi, el otro compatriota que permanece  detenido, «le llevó ropa nueva y comida» a la joven y realiza  gestiones ante el tribunal para que «ambos puedan comunicarse  telefónicamente con sus familiares».

«Ayer, durante la audiencia, al realizarse el interrogatorio,  Camila se declaró inocente. Fue un interrogatorio corto, donde ella  se declara inocente y se le plantea la acusación formal», recordó.

Con relación a la investigación, la vocera afirmó: «Sabemos  que la policía hizo una minuciosa revisión del barco Arctic Sunrise  de Greenpeace, y que no encontró absolutamente nada relacionado con  explosivos, elementos ilegales o relacionado con lo que pueda  identificarse con piratería».

En la continuación de la audiencia, hoy la Justicia rusa  presentó cargos de «piratería» contra otros cuatro tripulantes del  rompehielos, con lo que ya son 18 los formalmente acusados.

Por su parte Greenpeace interpuso un recurso contra la  detención preventiva por dos meses de todos ellos.

En tanto en Moscú, el presidente del Consejo de Derechos  Humanos (CDH) adjunto al Kremlin, Mijaíl Fedótov, afirmó esta  mañana que son infundadas las acusaciones de piratería presentadas  contra los 30 activistas de Greenpeace que protestaron en el  Ártico.

«Los acusan de piratería. Considero que para ello no existe  ni el más mínimo fundamento», afirmó Fedótov a la agencia Interfax,  según reproduce EFE.

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