Especial para El Ciudadano
En la Argentina comenzó desde la hora 0 de este lunes la tercera etapa del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, que durará –por ahora– hasta el domingo 26 inclusive. Como resultado de la cuarentena, las muertes y contagios de coronavirus en el país, evolucionan a un ritmo mucho menor al que siguieron en Italia o Estados Unidos, adonde hubo en muy pocas semanas miles de muertes. O al vertiginoso ritmo de crecimiento que experimentó España, otra de las naciones más golpeadas a nivel global.
En tierras ibéricas, la primera muerte se dio a conocer el 4 de marzo. Y hasta ayer sumaban 17.614 víctimas fatales, con el foco principal en su capital Madrid. Tras haber desestimado en las primeras horas el riesgo que podría tener la enfermedad, el gobierno español decidió el 14 de marzo decretar un Estado de Alarma, que inicialmente fue por dos semanas, que prorrogó y endureció a fin de mes, en respuesta al crecimiento de casos.
Jorge Biancotti, periodista rosarino radicado en Madrid hace quince años, afirma en diálogo con El Ciudadano: “El gobierno de España no hizo las cosas peor ni mejor que otros gobiernos. En rigor, en la Argentina se respondió bien y temprano, pero también en base a la experiencia europea. Fundamentalmente, acá se achacó que se permitieron las movilizaciones del 8 de marzo por el Día de la Mujer. Pero ese es un argumento que utiliza la derecha, más por motivos ideológicos que sanitarios. De hecho, ese día ninguno de los partidos de la oposición que luego criticó la reacción tardía ante el confinamiento, llamaba a iniciarlo por esas horas. Además, el PP llevó una delegación al 8M y VOX ese mismo día hizo una manifestación por otro tema, con 9 mil personas.
Más allá de las dilaciones iniciales, el confinamiento total de los ciudadanos, como está demostrando la experiencia a nivel mundial y lo ratifica la Argentina, consiguió achatar la curva del COVID-19, aunque en España al haber iniciado más tarde la experiencia, esto haya costado miles de muertos y todavía gran cantidad de contagios. En ese marco, buscando alivianar el impacto de la cuarentena sobre la economía, este lunes 13 de abril se permitió el retorno de algunas actividades productivas.
Otro periodista rosarino, Andrés Actis, habla con El Ciudadano desde la capital española, adonde decidió radicarse hace pocos meses: “Llegamos justo, con mi compañera que es española y nuestra hija, estamos atravesando el confinamiento. Y conectados también con lo que pasa en Argentina. Respecto a lo que este lunes hizo España, en esta reapertura, lo que pasó fue que se vuelve al primer confinamiento. Acá hubo dos etapas. Una primera, con la parálisis del sector público y una invitación a realizar teletrabajo a quienes pudieran hacerlo. Pero los polígonos industriales siguieron funcionando. Hace 15 días, con la cantidad de muertes y contagios creciendo exponencialmente, se decidió una cuarentena más dura, que aquí se llamó una hibernación de la economía. Con la curva amesetada y una tendencia a la baja, que para el gobierno es irreversible, se rehabilita parte de la construcción y la industria, con protocolos de cuidado muy estrictos en cada ámbito laboral. De todos modos, al haber de nuevo mucha población en el transporte público, el gobierno advirtió que irá monitoreando la situación sanitaria. Y en dos semanas habrá un diagnóstico sobre el impacto en casos de contagio de esta situación”.
A la hora de buscar explicaciones a la alta cantidad de muertes, el periodista Jorge Biancotti agrega: “España tiene un sistema de salud pública de los mejores de Europa, pero no controlado por el gobierno nacional, sino que está repartida su gestión en las comunidades, que son como las provincias argentinas. Son 15 y cada una lo administra, sin injerencia de la Nación. En muchos casos, se había avanzado con tercerizaciones y privatización de parte del esquema sanitario. Entonces, lo que ha pasado por ejemplo con las muertes en Madrid en residencias de ancianos, es criminal. En Alemania, por ejemplo, hubo muchos menos fallecimientos que acá, por tener mejor organizado el sistema de salud y un control más estricto del confinamiento”.
Cabe recordar que en la Argentina, el presidente Alberto Fernández señaló que mantiene diálogo con las autoridades españolas para tener información sobre las decisiones que se están tomando en materia sanitaria en aquel país. De modo que habrá que seguir de cerca el resultado de las políticas de confinamiento aplicadas por España en estas horas, para entrever también que puede pasar en la Argentina, luego del 26 de abril.
Desde el WhatsApp, en charla virtual con El Ciudadano, Andrés Actis agrega: “Fue interesante lo que pasó acá con la salud privada. El gobierno nacional decidió intervenirla y poder administrar la cantidad de camas disponibles. Si no se hubiera hecho esto, podría haber sido todavía peor. Y también es interesante ir viendo, hacia adelante, cómo España en medio de la lucha por salvar vidas, debate qué pasará con su economía una vez que se controle la pandemia. El dilema, en términos económicos, es quién va a pagar los platos rotos. Recordemos que la coalición gobernante lleva cuatro meses al frente del Poder Ejecutivo y es de carácter progresista, conformada por una alianza entre el PSOE y Podemos, fuerza política que nació al calor de la crisis de las hipotecas y la gran recesión de 2008 y 2009. En aquel momento, la salida de la crisis fue inyectar dinero a los bancos y hoy PODEMOS tensa la cuerda para que no se repita aquello. Se habla hoy de una renta vital básica para los ciudadanos de menores ingresos, poner plata en el bolsillo de los más vulnerables. La incógnita es si el gobierno tendrá margen para hacerlo, en medio del fuerte lobby empresarial y de los partidos de derecha”.
Finalmente, Jorge Biancotti señala: “En cuanto a las medidas económicas, creo que el gobierno está siendo tironeado, un poco por las grandes empresas, otro poco por los partidos que integran el gobierno, también influye lo que terminen haciendo los bancos, que en España no hay banca pública, sino que son entidades privadas. Hubo anuncios para autónomos o desocupados, que todavía no llegaron a concretarse, por dificultades burocráticas cierta inconsistencia del gobierno. Con una banca pública, el esquema de ayudas hubiera funcionado mucho mejor. Y otra caja desde la cual podrán salir fondos para paliar el impacto, es la propia Unión Europea, que tiene en Alemania y Francia a sus principales socios. Allí se están debatiendo si se imprimen coronabonos, o cada país asume su propia deuda”.