Que Provincial estuvo a muy poco de lograr el ascenso a la Liga Argentina no es una novedad. Un cierre, una pelota, un fallo adverso y se pasa de todo al Pre Federal en un abrir y cerrar de ojos. Tal vez por eso, gracias a la expansión meteórica de la disciplina en el club y al entusiasmo desempolvado, se intentó ir por la plaza en la Liga Argentina, dar ese pasito final, ese último doble con una propuesta en la Asociación de Clubes que permitiera premiar a dirigencia, cuerpo técnico, jugadores e hinchas, y de paso devolverle a Rosario una plaza en la segunda categoría nacional.
Porque Rosario nunca perdió su lugar en la cancha, ni Provincial, ni Newell’s, ni Central y tampoco Sportivo América descendieron, sino que se fueron. Y a veces eso impide incluso hacer el duelo.
El Rojo lo intentó. Acercó una idea de cómo podía adquirir la plaza mientras también armaba su estructura de logística y plantel para estar a la altura de un presupuesto mucho más importante del que tuvo en la Liga Federal. La ilusión estaba, aunque con la cautela de saber que había otras ofertas que podían ser iguales o mejores.
Y en la tarde del sábado la dirigencia de la Asociación de Clubes le respondió que no a la idea que propuso Provincial, por lo que el camino de ese lugar en la segunda categoría nacional no estará en el Bonilla.
La cabeza deberá ponerse rápido, entonces, en el Pre Federal, en el que deberá buscar (aunque parezca increíble) un lugar en la Liga Federal, retocar el plantel si Gustavo Lalima lo considera necesario y empezar otra vez el camino.
No será sencillo llegar otra vez hasta ese lugar increíble de final atrapante y de chance de ascenso, pero la energía y la ilusión de estas semanas deberán volcarse a recorrer otra vez el camino de la pasada campaña. Ese camino que lo hizo reencontrarse con su identidad, sus raíces, su pasión. Que valga la pena otra vez.
