El río Paraná volvió a bajar por tercer mes consecutivo y su altura promedio en Rosario cayó a 0,9 metros, cuando la media histórica para el mes es 3,4 metros, situación que complica la logística de transporte por la Hidrovía Paraná-Paraguay.
La Bolsa de Cereales de Entre Ríos alertó que el escenario «es grave» e «igual o peor que el año pasado», cuando el río Paraná mantuvo niveles muy por debajo del de aguas bajas y cerca de la altura de menor caudal de la historia.
«La perspectiva que se agudice la bajante del río en las próximas semanas comienza a despertar el temor que se resienta el embarque de maíz tardío o de segunda, el grueso de cuyas descargas se realiza entre los meses de julio y agosto», advirtió por su parte la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
La bajante del río Paraná pone una luz de alarma sobre las exportaciones argentinas, y contribuye a la suba de los precios de los principales granos en el Mercado de Chicago.
En ese sentido, en diálogo con Télam, el analista de mercados de la BCR, Guido D’Amico, explicó que «cuando baja el río los barcos cada vez pueden cargar menos y los costos logísticos suben mucho».
Por su parte, el responsable del Departamento de Análisis de Mercado de la corredora Grassi, Ariel Tejera, consideró como una «posibilidad» que la bajante del Paraná sea un factor que presione los precios a nivel internacional.
«Por cada pie de profundidad que se pierde, entiendo que cae entre 1.500 y 2.000 toneladas de capacidad de carga de los buques dependiendo el tamaño», estimó Tejera.
La salida de buques de carga por la hidrovía se encontrará limitada a unos 30 pies durante todo este año debido al bajo nivel del Río Paraná, agregaron desde la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (Capym).
Según Guillermo Wade, gerente de la Capym, los buques que normalmente se despachan a unos 34,06 pies de profundidad se están despachando a unos tres pies menos.
Para la BCR, se estima un calado efectivo de 31 pies, que genera una pérdida de capacidad de carga de entre 4.500 y 5.500 toneladas por cada buque que se despacha desde la región, aproximadamente un 10% de su capacidad total.
Según información de embarques pactados para mayo que publica el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP) en base a las declaraciones juradas de venta al exterior, sólo en trigo, maíz, poroto y harina de soja se esperan despachar un mínimo de 7,2 millones de toneladas durante el mes.
Con ello, se tratarían de 722.000 toneladas las que deberán posponerse para embarque o bien relocalizar el despacho a los puertos del sur (nodo Bahía Blanca y Quequén), con una valuación de mercado a la fecha de US$ 268 millones, según las últimas cotizaciones.
Según Capym, este es el cuarto año consecutivo en el que se registran precipitaciones menores a las normales a lo largo de toda la cuenca, desde las nacientes: el Paranaíba, el Grande, y el Paraguay.
Las represas en Brasil estaban este lunes en el 42 promedio de embalse; y, por su parte, Yacyretá, que en enero pasaba 13.000 metros cúbicos por segundo de agua, viene bajando hasta los 6.000.
Los niveles siguen y seguirán bajando, debido a que a partir de ahora se ingresa en un período de bajas precipitaciones hasta diciembre, completó Wade.
«No hay disponibilidad de agua en los embalses como para mejorar los niveles actuales, y las lluvias difícilmente logren reponer estas deficiencias en la cuenca alta hasta muy avanzada la primavera», apuntó la BCR, que espera «al menos un semestre muy complejo» para la agricultura de esa región.
Por su parte, el Instituto Nacional del Agua (INA) explicó que la tendencia climática «sigue siendo desfavorable», ya que durante la última semana «no se registraron precipitaciones sobre la alta cuenca del río en Brasil», y está previsto que esta situación «persista para la semana próxima».