Personal municipal de Ramallo, al norte de la provincia de Buenos Aires, se topó con una sorpresa el último sábado mientras cumplía tareas de saneamiento de la ribera sobre el Paraná ordenadas ante la extraordinaria bajante del río: encontró una pesada ancla de acero de casi tres metros de largo que tiene enganchados casi 50 metros de gruesas cadenas.
El hallazgo fue a la altura del kilómetro 324 del Paraná, en la margen derecha, en la zona de la bajada de la calle Oliva. La magnitud de la pieza requirió el concurso de maquinaria especializada de la empresa Almaco para removerla del barro, ante el peligro que significa para la navegación su afloramiento de las aguas.
El ancla es del tipo Hall, muy eficaz en el agarre por su gran peso, fácil de estibar, pero no apta para embarcaciones menores. Mide 2,7 metros de largo por 2 de ancho, y es de acero.
Las primeras sospechas, considerando los registros oficiales, es que la pieza podría estar vinculada con la actividad de la Cooperativa Agrícola de Ramallo, entre 1982 y 1990.
Una de las especulaciones vincula al hallazgo con el balizamiento utilizado para guiar el atraque en el muelle, con el ancla como elemento de fondeo para el posicionamiento de boyas de navegación lumínicas.
La última gran bajante extraordinaria en el río fue en 1944. Desde entonces, no figura ningún registro de pérdida de algún elemento de similares características en Prefectura Naval. Por eso, se presume que el ancla podría datar de la década de 1940. Es decir, unos 80 años.
Viejo muelle de madera de 1800
Además del ancla y la cadena, se encontraron nuevos restos del llamado muelle Traverso. Este hallazgo se suma al recupero de restos de los muelles de madera históricos del distrito, que estaban destinados a los sectores productivos del distrito.
En abril del año pasado, ya con el río en bajante, ya se habían encontrado restos del muelle “San José”, parte del puerto cerealista que funcionó en Ramallo en la zona donde hoy está la plaza del Estibador.
Se trató de trozos de madera quebracho y durmientes que pertenecieron a la estructura del muelle que iba desde la bajada de calle Gomendio hasta unos pocos metros antes del canal de navegación.
La estructura fue construida en el 1800, y fue parte de la compañía cerealera de Ángel Traverso.
Los piezas encontradas el año pasado y este quedan a cargo del Museo Histórico local para su preservación. Su responsable, Felipe López, señaló en su cuenta de Twitter que “este ancla significa muchas cosas, más allá del valor del patrimonio histórico: cuenta la bajante histórica del Paraná, el saneamiento de la ribera, las historias de una comunidad alrededor del puerto y su desarrollo productivo y miles de historias de vida de los padres, abuelos, vecinos” de Ramallo.