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La banda del millón: ascenso y ocaso de la pandilla de Junior

Indagaron a los diez detenidos tras los 15 allanamientos antidrogas llevados adelante por la Federal anteayer en zona sur.

En casi un año y medio, la banda de Junior pasó de ser una simple pandilla de transeros a manejar un millón de pesos en efectivo, tener una camioneta importada del mismo valor y ser distribuidora en la zona oeste, sudoeste y otras localidades, dice la pesquisa. Ayer los ocho hombres y las dos mujeres arrestados en los 15 allanamientos llevados adelante por Drogas Peligrosas de la Policía Federal Rosario fueron indagados por el magistrado Marcelo Bailaque, a cargo del Juzgado Federal Nº 4.

La investigación a cargo del fiscal federal N° 3, Federico Reynares Solari, empezó hace más de un año y se desprendió de una causa anterior. Con el material incautado en esa causa comenzaron las escuchas telefónicas para intentar dar con una organización que se dedicaba al suministro, fraccionamiento, distribución y venta de estupefacientes en distintos barrios de esta ciudad, todos en el oeste, y sus inmediaciones, explicaron los voceros.

El objetivo de esta pesquisa fue poner en evidencia el poder económico que tenía la banda, dicen los investigadores. A diferencia de otros operativos que se hacen en simultáneo, los policías federales antinarcóticos primero detuvieron a los jefes: Arnaldo Andrés Vivas, de 30 años y conocido como Junior, y a su hermano Marcelo. El procedimiento se hizo anteayer, cuando los cabecillas estaban a punto de concretar la venta de cocaína de máxima pureza, dicen desde la pesquisa. Las fuentes contaron que sin dejar que se filtrara a los medios esta información se continuó con quince allanamientos –uno en el Fonavi Latinoamérica de Ovidio Lagos y Rueda– en los que cayeron ocho miembros de la banda. Los apresados fueron identificados como Rodrigo L., Daiana C., Lucas B., Lucas F., Tamara F., Franco F., Rocío L. y el hermanastro de Junior, Eduardo Daniel Sánchez, de 27 años y conocido en la zona oeste como Edu. Todos fueron indagados ayer por la tarde por el magistrado Bailaque.

Los pesquisas bautizaron el operativo como Corona Millonaria debido a que los panes, que estaban envueltos con papeles de diferentes colores, tenían la palabra impresa de la conocida cerveza mexicana.

Las fuentes resaltaron que lo que más llamó la atención fue la cantidad de dinero en efectivo que encontraron en las viviendas allanadas. “En una casa incautamos 700 mil pesos en efectivo y en otra más de 200 mil. El total llega al millón al pesos”, explicaron los voceros.

A pesar de que no se conoce aún la localización de las direcciones de las viviendas allanadas, los investigadores contaron que tanto los autos como las motos secuestradas eran de gran valor en el mercado, como por ejemplo la Dodge RAM blanca que llega al millón de pesos. El total de la cocaína incautada en los 15 allanamientos fue de dos kilos.

 

La banda

Junior tiene 30 años. Lo ubican como un transero de la zona oeste que, tras reclutar a su banda entre sus vecinos, empezó a sonar con más fuerza a fines de 2015, cuando escaló en la cadena de distribuidores de droga. Su territorio se amplió desde algunas bocas en Felipe Moré y Ocampo hasta llegar a la zona sur, dicen desde la investigación judicial.

El manejo en la venta de drogas en el oeste quedó en evidencia en diciembre de ese año, cuando vecinos de Villa Banana salieron armados y se tirotearon con adolescentes que respondían a la banda de Junior.

El robo a un vecino fue lo que detonó la ira y el choque se produjo en Felipe Moré y Gálvez. En medio de la batahola, los policías detuvieron a dos hermanos, Edu y su hermana Micaela, de 25 años, y les secuestraron una pistola calibre 9 milímetros.

Por ese tiempo, los investigadores sindicaban también a Junior el vendedor de drogas cerca de las vías del ferrocarril a la altura de Ocampo al 5000. Los habitantes del barrio contaron que el transero de ese sector resaltaba por la mochila que llevaba: se paraba entre las viviendas que están a un costado de la vía con dos custodios y hacía la venta a cualquier hora y a la vista de todos.

La banda fue señalada como la responsable del crimen de Germán Abel Carbajal, de 27 años y apodado Rati. Fue asesinado el 16 de enero de 2015, en Felipe Moré y Ocampo. Para la Policía fue un enfrentamiento entre pandillas y para la familia Carbajal fue Junior porque Rati les fue a reclamar que no vendieran frente a los nenes que jugaban en esa zona.

Rati tenía un pedido de captura por el crimen del albañil Lucas Escalada, de 22 años, ocurrido el 22 de junio del 2014. De la investigación surgió que Rati estaba en ese momento con Edu, el hermanastro de Junior, y fue él quien le dio el arma. Por ese tiempo, los vecinos decían que Edu estaba a cargo de la venta de drogas en Felipe Moré y Ocampo.

 

Bandas en pugna

Junior tenía otro frente abierto con la banda de Pandu, como se lo conoce a Nelson Aguirre, de 37 años y condenado en un juicio abreviado a principios de este mes a 16 años de prisión por el homicidio de Javier Barquilla, ocurrido en febrero de 2015, y tres violentos robos. Con el jefe detenido, la banda de Villa Banana perdió fuerza y Junior aprovechó para extender su territorio a fuerza de plomo, afirman detectives federales y provinciales.

El choque más recordado fue en agosto pasado, cuando tras una balacera Mauro Gabriel Gauna, de 16 años, y Osvaldo Darío Luna, de 24, fueron asesinados mientras que dos de sus amigos, de 15 y 18, terminaron baleados en Felipe Moré y Rueda. La policía detuvo a un adolescente de 17 años apodado Pillo y allegado a Pandu como posible autor del ataque. Los investigadores dijeron que una de las hipótesis era que el doble crimen había sido a raíz de la disputa por la venta de drogas en el territorio. El choque fue tabulado por la pesquisa entre las bandas de Pandu y de Junior, aunque los vecinos hablaron de que, en realidad, las víctimas pertenecían una tercera gavilla, la de Leíto y su padre Sapito.

 

Paravalanchas leproso

Ya el año pasado, los investigadores ligaban a Junior con la barrabrava de Newell’s, aunque nunca explicaron cuál era la facción que apadrinaba. En agosto pasado, Junior apareció entre los 80 barras de Newell’s que figuraban con la entrada vedada al estadio Marcelo Bielsa. Por ese tiempo, los voceros policiales lo sindicaban como uno de los referentes de los grupos del sudoeste, aunque algunos hinchas con presencia diaria en el Parque y más cercanos a la barra dijeron que no era una persona conocida en el club. Otras fuentes lo ubicaron dentro de una facción que intentó hegemonizar la nueva hinchada y que, al no lograrlo, quedó desplazada de esa especie de confederación de sectores que integran La Gloriosa.

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