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La banda que realizaba estafas telefónicas fue acusada y sus líderes cordobeses quedaron detenidos

La Fiscalía imputó a tres líderes que operaban desde un penal cordobés y a otras cinco personas que colaboraban desde afuera, la mayoría en Rosario, en la comisión de 27 ilícitos en tres años. El ardid era hacerse pasar por empleados de la Anses para conseguir datos bancarios y vaciar cuentas

Los integrantes de una organización dedicada a realizar estafas telefónicas que en los últimos tres años lograron engañar a más de 20 víctimas para que les brindaran sus datos bancarios –y así sustraerles dinero– fue formalmente acusada y seis de sus ocho miembros quedaron detenidos con prisión preventiva.

Durante la imputación, la Fiscalía detalló la mecánica de los estafadores que consistía en hacerse pasar por empleados de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y brindar información falsa por teléfono a personas mayores sobre beneficios inexistentes que utilizaban para recaudar datos financieros. Tres convictos detenidos en un penal de Córdoba fueron señalados como los jefes de la banda. Las madres de dos de ellos, una esposa, un hermano y una cuñada completan la asociación ilícita investigada por el fiscal de Mariano Ríos Artacho, de la Unidad de Investigación y Juicio.

La audiencia imputativa tuvo lugar el viernes 30 de octubre en el Centro de Justicia Penal de Rosario. La organización conformada por cordobeses y rosarinos fue acusada de cometer 27 estafas telefónicas, de las cuales 21 se concretaron y seis quedaron en grado de tentativa. Las mismas tuvieron lugar desde el primero de enero de 2018 hasta la actualidad.

El fiscal Ríos Artacho acusó a los integrantes de la banda de haber formado parte junto a otras personas aún no detenidas de una asociación con permanencia en el tiempo destinada a cometer delitos de manera organizada, los cuales se efectuaron bajo la modalidad conocida como estafas telefónicas en reiteradas oportunidades.

El ardid

Para cometer los ilícitos, según el fiscal, la banda (cuyos tres líderes se encuentran privados de la libertad en una cárcel cordobesa de Río Cuarto) utilizaba líneas de telefonía celular prepagas a fin de dificultar su rastreo.

A las víctimas, en su mayoría personas mayores de edad, les hacían creer que la Anses debía otorgarles un beneficio de tipo “retroactivo” o “reparación económica” cuyo trámite tenían que realizar a través de un cajero automático.

Una vez que les hacían creer que estaban hablando con un empleado de la Anses, les ofrecían ayuda para guiarlos paso a paso en el cajero, logrando que la víctima transfiera sus fondos a la cuenta de los estafadores, y si los mismos eran insuficientes, les hacían en el mismo acto solicitar un préstamo.

El fiscal detalló que en muchas ocasiones los falsos empleados de la Anses consiguieron que les otorgaran los números emitidos por el ticket del cajero para tramitar el “alta Token” y así utilizar su cuenta de manera remota a través de Home Banking.

El funcionario del Ministerio Público de la Acusación (MPA) agregó que esa confluencia de voluntades implicó la asunción de roles intercambiables entre los miembros de la banda, que van desde la planificación, la ejecución, el suministro de logística a través de la provisión de implementos de comunicación y la extracción del botín.

Cada delito de estafa se iniciaba con un llamado al teléfono fijo de la víctima que era obtenido “al azar” de páginas web como “telexplorer.com”, proveniente de un celular al que le colocan un chip SIM con una línea prepaga de Movistar, Claro, Telecom o Personal, registrada con datos falsos, oportunidad en la cual un hombre se hacía pasar por personal de la Anses.

Según la acusación, la banda estaba dividida en dos grupos que se relacionaban entre sí, ya que utilizaban en el mismo ardid y en algunas ocasiones compartían los aparatos y abonados de telefonía e incluso algunos hechos fueron consumados por los integrantes de ambas bandas.

La investigación se realizó de manera conjunta entre el Ministerio Público de la Acusación (MPA) y las secciones de Investigaciones e Inteligencia de la PDI y del Organismo de Investigaciones, se entrecruzaron de datos surgidos a partir de 27 casos similares, el primero de ellos a comienzos de 2018.

Según los investigadores, la pesquisa se basó en el análisis de registros de comunicaciones, seguimientos, análisis de escuchas telefónicas, requerimientos acerca de rastreos de aparatos de telefonía celular, titularidad de líneas telefónicas y cuentas bancarias radicadas en numerosas entidades, así como todos sus movimientos destinados a identificar a los integrantes del grupo, entrevistas con víctimas y testigos y demás tareas debidamente documentadas.

La banda

Según la acusación del fiscal Ríos Artacho, uno de los tres jefes de la banda era Oscar Alejandro L., detenido en el Establecimiento Penitenciario Nº 6 de Río Cuarto (Córdoba) quien, junto a Cristian David D.B., también detenido en el mismo penal, realizaba las llamadas telefónicas. Una vez obtenido el botín, que la misma víctima transfería bajo engaño a cuentas de otros integrantes de la banda, el dinero robado se dividía en tres: dos partes para ellos y el tercio restante –una vez descontada la compra de tarjetas de telefonía o recarga con tarjetas– para el “pago” de quien prestaba su cuenta para dirigir el dinero y para los familiares que colaboraban desde fuera de la penitenciaría con las tareas que les pedían.

Tanto la madre como la esposa de Oscar Alejandro L. fueron acusadas. Su progenitora, Mariana Dominga E., fue imputada por facilitar cuentas bancarias a cambio de un porcentaje de dinero, adquirir chips de telefonía, recibir giros de dinero y transferencias (cuya titularidad pertenecía a terceros que facilitaban sus cuentas) y realizar la distribución del dinero con indicaciones de su hijo.

En tanto su esposa, Romina Gisela L., fue acusada de encargarse de buscar personas que faciliten sus cuentas para que se dirija el dinero, de realizar compras de tarjetas de chips de telefonía para facilitárselos a su pareja, realizar tareas de extracción y división del dinero, haciéndose con un porcentaje por dichas tareas y recibiendo también el porcentaje de su pareja para guardarlo o “invertirlo”.

En tanto, la madre, el hermano y la cuñada de Cristian David D.B. también fueron acusados: Miguel Darío D.B. por realizar giros, retirar y distribuir dinero, contactar a personas que faciliten sus datos de cuentas bancarias para dirigirles dinero que luego es redirigido a otras cuentas.

Su esposa Alicia Valeria R., fue imputada de recibir dinero a través de Mercado Libre, Mercado Pago o una cuenta a su nombre, realizar giros, retirar y distribuirle el dinero. Y la madre de ambos, Juana Guillermina B., quedó acusada de facilitar cuentas bancarias a cambio de un porcentaje de dinero, recibir giros y transferencias y realizar la distribución del dinero.

El tercer jefe de la banda, según la Fiscalía, era Martín Nicolás Ulises B., también detenido en un penal cordobés.

Por último, quedó imputado Sergio F. como miembro de la organización acusado de realizar giros, retirar y distribuir el dinero, contactar a personas que faciliten sus datos de cuentas bancarias para dirigirles dinero que luego es redirigido a otras cuentas.

Finalizada la audiencia, la jueza Valeria Pedrana dictó prisión preventiva por el plazo de dos años para Oscar Alejandro L., Martín Nicolás Ulises B., Miguel Darío D. B., Sergio F. y Mariana Dominga E.

En tanto, para Romina Gisela L. ordenó que cumpla la prisión preventiva en su domicilio por dos años por tener a su cargo hijos menores de edad.

Por último, dictó la libertad bajo pago de caución de 50 mil pesos para Juana Guillermina B. y Alicia Valeria R.

La banda fue desbaratada el viernes 23 de octubre pasado. Además de una requisa en el penal de Río Cuarto, fueron allanados siete domicilios en la zona sudoeste de Rosario ubicados en pasaje Argelia 2200, Copacabana 3200, Moreno 5200, pasaje Blanes 2500, Crespo 3200, Cazadores 2300 y en Amenábar 1500 .

Así fueron secuestrados 15 celulares además de dispositivos de tarjetas de débito y crédito, tickets bancarios de transacciones y 35 mil pesos en efectivo, dijeron las fuentes judiciales aunque no aclararon si las personas demoradas en su momento quedaron acusadas por esta investigación.

 La Anses aclara

Ante las cantidad de personas estafadas vía telefónica con el cuento de tío de la Anses, desde ese organismo advirtieron que no hacen llamados para requerir datos de ningún tipo y en ningún caso. También brindaron detalles de las medidas de seguridad implementadas a través de su página web www.anses.gob.ar para prevenir a la población que no sea engañada ante la emergencia sanitaria donde muchos trámites dejaron de hacerse de forma presencial para evitar contagios.

“Ante el incremento de denuncias de estafas telefónicas durante la cuarentena obligatoria, la Anses recuerda que no se comunica telefónicamente para requerir ningún tipo de datos de tarjetas de débito o claves bancarias, en ningún caso.

Cabe destacar que todas las consultas y los trámites referidos a las prestaciones y programas de la Seguridad Social son absolutamente gratuitos y no se requiere de gestores externos”, informaron.

“En este sentido, y con la intención de evitar cualquier tipo de estafa a los ciudadanos y las ciudadanas, en caso de recibir cualquier tipo llamada en nombre de la Anses se aconseja no brindar información personal”, remarcaron desde el organismo.

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