Para él Sportsmen no es un club. Es la casa de su viejo, la suya, es la casa de sus hijos. Entonces, ¿quién puede negarse a volver a su hogar? Cristian Le Bihan será el entrenador del Verde de cara a la nueva edición de la Copa Santa Fe, y con él regresa el estilo de juego y parte de la mística que le dio al club de calle 1° de Mayo los últimos éxitos locales, provinciales y la experiencia positiva en el Federal. La bomba que le faltaba al básquet rosarino.
Nunca fue de dar vueltas para decir las cosas. Piensa y enuncia, quizás sea una paradoja para un abogado pero no envuelve con extensas alocuciones y aprovecha el tiempo al máximo incluso para graficar situaciones con comparaciones tan simpáticas como acertadas. Le Bihan está entusiasmado, se nota que extrañaba el básquet en su vida y quizás también el básquet de la ciudad lo extrañaba también a él. Vuelve. Y promete un juego más rápido y más furioso.
Pero claro, para hablar de su llegada antes hay que ahondar en su salida, allá por 2015.
“Hay tantos mitos sobre eso… Estuve 10 años ininterrumpidos como entrenador de la primera de Sportsmen y lo que más me dejó esa etapa fue felicidad. En ese tiempo siempre pude trabajar tranquilo, nadie nunca se metió ni me dijo nada, siempre me tuvieron confianza. Tampoco soy un mono manejando una avión, pero debo agradecer esa confianza”, explica Le Bihan y argumenta el momento personal que lo llevó a tomar la determinación de irse: “Se me presentaron dos proyectos en Chile con otros socios (se hicieron cargo de los clubes de fútbol Unión La Calera y San Luis Quillota) y creo tanto la gente del club como yo veníamos con un gasto muy grande de esfuerzo. No había tanto apoyo externo ni gubernamental. Y creí que era el momento de frenar para dedicarme a otro cosa”.
La leyenda urbana, el rumor, ponían a una presunta desavenencia con Raúl Foradori (en ese momento presidente del club) como la razón de su alejamiento. Y Le Bihan una vez más derrumba el mito: “No tuve problemas con nadie. El Chino (Foradori) cada vez que me dio el manejo del básquet me permitió trabajar y decidir. Nunca me dijo poné o sacá un jugador y cuando quiso traer algún jugador u opinar siempre me preguntó. Nunca tuve un problema y fue partícipe de esos muy buenos momentos que tuvo Sportsmen. Es verdad que por mi carácter tuve algunos encontronazos con miembros de comisión directiva, pero lo veo como situaciones que pasan. Uno no puede estar enojado en lo personal por cosas de básquet. Y quiero recordar que en 2001 cuando el país estaba incendiado, gracias al Chino el club estaba abierto”.
Y cuatro años después, tras la salida de Gonzalo Bogado de la primera, Sportsmen entendió que estaba latente la necesidad de un cambio grande, de una modificación que sacuda la estructura. Y Le Bihan estaba en sintonía. Simplemente los planetas se alinearon y una llamada primero, una reunión después, sellaron el regreso.
“Tenía claro que alguna vez esto iba a pasar. Es como cuando tenés una novia con la que sabés que en algún momento vas a volver. Mi vida comercial está más ordenada, tengo más tiempo y también tira el club de barrio, los orígenes”, cuenta el entrenador que condujo al Verde en la vieja Liga B y el nuevo Federal, y mientras contesta se emociona como pocas veces. Es que el recuerdo de Buby está presente, su viejo, su amigo, su ídolo en el básquet y en la vida. “El lunes se cumple un año de la muerte de mi viejo y es algo emotivo, una carga extra”, explica lo que es innecesario explicar.
“El club tuvo esta necesidad y yo estoy dispuesto y con ganas. No soy Ettore Messina pero durante los primeros años de mi alejamiento no quise ir a los partidos para no condicionar, pero ahora las circunstancias están dadas y el básquet siempre me da felicidad”, agrega para meterse en lo estrictamente basquetbolístico, porque claro, hay un plantel que armar y torneos por jugar.
“La idea es jugar con buena parte de los chicos del club, algún ex jugador de la institución que regrese y mucha gente joven, por convicción pero también por una cuestión de presupuesto. Sabemos que no va a ser sencillo ni de un día para otro. Esto es como un embarazo, por más que a la semana compres el cochecito y la cuna, a la otra pintes la pieza, hay que esperar nueve meses”, grafica Le Bihan, quien apuntó a la permanencia de los experimentados Ignacio Tripelli y Diego Foradori: “El Mono (Tripelli) va a estar y Diego lo está pensando. Entiendo que es el presidente del club y me parece bien si quiere dedicar el tiempo a ejercer la función porque lo veo con ideas claras, pero también les planteé que necesito gente que sirva de guía e indique el camino a seguir. Nos llevará un tiempo recuperar la mística, cambiar actitudes de los chicos que no coinciden con lo que pregonamos”.
Sportsmen logró de la mano de Le Bihan y el título local y provincial, generó un estilo y potenció jugadores. De todos estos méritos, el entrenador elige rescatar que “ese Sportsmen era una marca. No Nike ni Coca Cola, claro, pero una marca. Todos sabían a qué jugaba. La mística se construye”.
“Uno se siente gratificado al ver a Caffaro en la selección, a Dayer, a Stival, a Bernardini, a Scaramuzzino y a tantos otros. Aclaro que no me quiero atribuir nada de su crecimiento, pero algunas cosas buenas dejamos entre todos los que estuvimos en Sportsmen. Era el Chino, era Luque, era Corte, era el Pelado (Marchica), Juan Pablo (Giri), el cordobés (Mario Piñero), dejamos algo e hicimos algo positivo. El club de barrio tiene que dejar algo, valores y esfuerzo”, sigue Le Bihan mientras el café ya es historia y el celular lo invita a atender cuestiones no basquetboleras.
Pero sigue. Hoy el básquet es prioridad. “Hablaba con Diego Foradori sobre una realidad que es que con los jugadores de Rosario se puede competir a nivel nacional. En el Federal les ganamos alguna vez a todos los que ascendieron y siempre lo hicimos con planteles muy jóvenes y con base local. Lo reconozco ahora en Atalaya, que con un muy buen entrenador y buena estructura de trabajo compite. Ganás o perdés, pero competís. Si América se asienta también lo hará. Falta un poco de apoyo gubernamental que ojalá se logre”, analiza.
La forma de juego de sus equipos marcó una época en la ciudad, con posesiones cortas, lanzamientos externos, presión y mucha, mucha intensidad. Vuelve. Más rápido y más furioso: “No se negocia el estilo de juego. Me gusta eso de rápido y furioso (risas). Yo siempre digo la frase del auto del auto rayado. Si el auto pasa muy lento le ves todas las imperfecciones, la raya. Si pasa rápido no llegás a verla. Tenemos que jugar rápido para disimular las carencias de físico y presupuesto. Además me gusta ese estilo y desarrolla jugadores porque toman decisiones permanentemente”
La estructura de trabajo del Verde en principio tendrá a Esteban Bulfoni en inferiores y hay una intención de que Gonzalo Bogado permanezca también con las divisiones menores, mientras que Le Bihan trabajará por la noche con el plantel de primera y es probable que también haya entrenamientos especiales pero no está definido quién lo acompañará. Sí retornará al club el preparador físico José Luis Marchica. “Pedí autorización al Bocha (Esteban Bulfoni) para sumarme a las prácticas del equipo del torneo local. El chip no se cambia de un día para otro y entendemos que vamos a tener un grupo de jugadores que van a permanecer, otros que no continuarán y algunos que llegarán”, contó para cerrar apostando de lleno a la nueva edición de la Copa Santa Fe: “Es un torneo duro, hay equipos con potencial económico, viajes, localías fuertes y no será sencillo jugar con jóvenes, pero es un muy buen trampolín para ellos. Es un muy lindo torneo, siempre me gustó, tiene mística, yo me crié con este tipo de torneos y además mejorar cada año en lo organizativo”.
Regresa, porque lo siente y quizás lo necesita. Y Sportsmen también a él.
NOMBRES
Si bien no hay confirmación oficial, Gabriel Hospital será el primer refuerzo del Verde para la nueva campaña, mientras que es un rumor creciente en el básquet de la ciudad que tanto Horacio Fascia como Pablo Mécoli están en la mira de Temperley. Otros apellidos que suenan en la calle 1° de Mayo son Giraudo, Bravo y Boixader.