Los daños los sufrió un local de venta de sanitarios ubicado en Paraguay al 1300, donde los hinchas rompieron rejas y volaron parte de la puerta de entrada.
Mientras tanto, la casa del presidente, Horacio Usandizaga, continuaba custodiada hoy por una importante guardia policial, detrás de un vallado.
Ayer, un grupo de hinchas enfurecidos por el descenso rompió ventanales de esa vivienda.
Luego, los vándalos se trasladaron al negocio de Villiguer, que sufrió los efectos de una bomba de estruendo.
Los hinchas reclaman ahora la renuncia de la actual comisión directiva de Central tras este descenso que se consumó con una goleada en Arroyito por parte de All Boys, pero que es la sumatoria de tres años de malos desempeños del equipo.