La emoción de recoger un Razzie pudo con Sandra Bullock y puso en apuros a la organización de dichos premios. Los ganadores suben al escenario y agradecen su victoria con el trofeo original -en forma de frambuesa- pero después deben llevarse una copia barata, algo que la actriz no hizo.
La protagonista de «La Proposición» se llevó por descuido el galardón original, valuado en miles de euros y que lleva utilizándose en la ceremonia desde hace 30 años; por lo que ahora le reclaman su devolución para así recibir el premio que le corresponde, cuya fabricación cuesta algo más de 3,5 euros.