En El secreto de la felicidad. Siete leyes esenciales para lograr tus objetivos, metas y deseos, la escritora Nilda Macías brinda una guía para encontrar la felicidad basada en las leyes universales del Kybalion, una de las obras más emblemáticas de la llamada filosofía hermética.
La filosofía a la que alude la autora se basa en siete principios: mente (“el universo es mental”); correspondencia (“como es arriba es abajo; como abajo es arriba”); vibración (“nada está inmóvil, todo se mueve”); polaridad (“todo es doble, todo tiene dos polos”); ritmo (“todo fluye y refluye”); causa-efecto (“toda causa tiene un efecto”) y generación (“todo tiene su género, masculino-femenino”).
El secreto de la felicidad…, editado por Planeta, aborda temas como pensamientos y creencias, malas costumbres, poder personal, gratitud, karma, perdón, emociones, intuición y meditar, entre otros tantos desarrollados por la autora de Santos protectores.
Tucumana e inquieta, Macías –que fue consultora de salud natural, editora de libros e incursionó en la metafísica, meditación trascendental, taoísmo y yoga–, afirma en una entrevista con Télam que encontró la felicidad a través del redescubrimiento de su ser.
“Hace bastante tiempo que comencé una búsqueda espiritual, creo que cansada de la terapia tradicional. No es que esté en contra –se defiende– sino que todo nos ayuda a encontrar la respuesta que buscamos. Sólo que la terapia naturista es más compasiva”.
“A partir de mi propio autoconocimiento comencé a entender mis emociones –dice la autora–: a saber quién soy, que es importante. A dónde voy y sobre todo a conocer cuáles son mis defectos y fragilidades, pero sobre todo mis virtudes”.
¿Cómo aprender a reconocer los atributos propios? “Todos estamos armados, es decir, nos armaron nuestras familias desde la infancia, con sus creencias incluidas, en la escuela y el entorno cotidiano”, define.
La obra de Macías se explaya también sobre el carácter efímero que rodea a las cosas materiales: “El hombre es creador de cosas materiales que lo satisfacen por un instante pero luego de un tiempo quiere volver a llenar ese vacío con otras cosas irrelevantes, así se le va la vida sintiendo un vacío constante”, apunta.
“Hay personas que están continuamente quejándose y actuando con egoísmo. Miran y critican al otro, en lugar de ver por qué miran al otro y no se miran a sí mismos”, reflexiona.
La escritora afirma que “el ser humano se conecta más con el ego, con su propia personalidad, con el individualismo, y eso nos hace competir, sin pensar en el prójimo”.
Macías sostiene que “cuando el ser humano comienza a experimentar el autoconocimiento y ve que en realidad está integrado al universo, que es un todo, y que es energía, comienza a comprender no sólo su ser sino el entorno”.
“Somos energía. El universo es una energía vibrando todo el tiempo. Todo lo que le sucede al universo nos pasa a nosotros y lo que nos pasa a nosotros, le pasa al universo. Es una correlatividad, una unión indivisible y hay cosas que no conocemos, no vemos o la vemos parcialmente, en algunos casos”, teoriza.
“La realidad que vemos a veces no es muy objetiva. Como el ser humano tiene creencias que muchas veces no están acertadas, más bien erradas, heredan de sus ancestros, equivocan el camino porque muchas de ellas están fuera de uso”, afirma.
La propuesta de Macías es encontrar un equilibrio en todos los aspectos de la vida, pero para que esto sea posible es necesario conocerse íntimamente, “saber cuáles son los límites y frenar en el momento justo en que una situación determinada hace tambalear al espíritu”.