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La búsqueda de Valentín Reales podría pasar a la Justicia Federal

Este lunes se realizó una audiencia ante la jueza María Trinidad Chiabrera quien deberá decidir si remite el caso a la Justicia Federal como desaparición forzada. Se cree que el adolescente fue vengado por denunciar a los Cuatreros y su connivencia policial en la venta de drogas en el barrio

La Justicia provincial deberá decidir si la causa que investiga hace más de dos años la desaparición de Valentín Ezequiel Reales, un adolescente que tenía 15 años cuando su mamá lo vio por última vez, pasa al fuero federal como desaparición forzada de persona, debido a que una de las hipótesis es que la Policía santafesina podría haber estado involucrada en el encubrimiento de la desaparición del menor. Con esa finalidad se realizó este lunes una audiencia ante la jueza María Trinidad Chiabrera, quien dará su resolución de forma escrita. Para ello le pidió al fiscal Guillermo Apanowicz, a cargo de la búsqueda de Valentín, que presente un informe completo y con mayores precisiones sobre las medidas que realizó durante su investigación.

Valentín se encuentra desaparecido desde el 15 de noviembre de 2016. Nació y se crió en Cabín 9, el barrio límite entre Pérez y Rosario donde fue visto por última vez. Sus allegados temieron lo peor desde un inicio porque antes de desaparecer había denunciado que desde muy joven fue miembro de una banda criminal que lo comenzó a hostigar cuando quiso salir. Así se refirió a los Cuatreros a los que mencionó en el negocio del narcomenudeo y las usurpaciones de viviendas cometidas con connivencia de la subcomisaría 18 con jurisdicción en esa zona. Algunas de las personas que el muchacho mencionó fueron detenidas, en su mayoría adolescentes como él, quien quedó desprotegido.

Tras su desaparición, los rumores del barrio decían que a Valentín lo torturaron, lo mataron y escondieron su cadáver en un campo. Esos relatos llegaron a la Justicia que realizó un rastrillaje en la zona mencionada, pero en las excavaciones sólo encontraron una zapatilla con sangre. Esa medida fortaleció la hipótesis de que el menor fue asesinado y que la noche anterior al hallazgo el dato se filtró y lo desenterraron e hicieron desaparecer su cuerpo nuevamente.

Según la causa, Valentín había trabajado para la banda de los Cuatreros y vendía drogas para ellos. Cuando se quiso “rescatar” y abandonar esa vida comenzó una pesadilla. Según relatos de testigos, los integrantes de la banda lo golpeaban cada vez que lo cruzaban por el barrio. Hasta que una golpiza fue tan brutal que Valentín decidió denunciarlos y le contó todo a la Fiscalía: cómo operaba la banda con connivencia policial y su denuncia terminó con varios allanamientos y detenciones. Pero las cosas se pusieron peores para Valentín cuando los Cuatreros se enteraron que había sido él quien brindó datos de la banda a la justicia.

Sigue desaparecido

Su caso llegó hasta organismos internacionales y fue la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la que instó a las autoridades argentinas a que el caso sea investigado como Desaparición Forzada de Persona y pase al fuero federal tras resaltar que el menor había denunciado torturas tras ser privado de la libertad por efectivos policiales antes de ser visto por última vez.

Fuentes allegadas a la causa informaron que ante esa recomendación, el fiscal Apanowicz llevó el caso al fuero federal, pero no se lo tomaron porque ningún juez provincial lo había solicitado. Así se llegó a la audiencia de este lunes. Ahora, la jueza María Trinidad Chiabrera deberá decidir si la investigación pasa al fuero federal como desaparición forzada de persona o si continúa la búsqueda en manos de la justicia ordinaria.

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