Un broker inmobiliario de Puerto Norte que supo ser sponsor de los dos clubes de fútbol más importantes de la ciudad fue imputado este viernes por estafar a cuatro inversores, quienes les entregaron 85.000 dólares para participar en la construcción de edificios y espectáculos que nunca se llevaron a cabo. Es un signo de esta época pospandémica en la que proliferó el fraude financiero al calor de la réplica de la clásica figura del esquema Ponzi, la estafa piramidal, de la cual el reciente escándalo cripto que envuelve al presidente Javier Milei es el caso más emblemático, aunque a escala global.
Juan Carlos Vargas, titular de la inmobiliaria Adelante, fue acusado y a pesar de que la fiscal Ana Julia Milicic, de Investigación y Juicio, pidió la prisión preventiva efectiva, el juez Hernán Postma ordenó que siga el proceso en libertad tras el pago de 15.000 dólares.
Vargas está representado por el abogado Froilán Ravena y estuvo al frente de la inmobiliaria Adelante, que tenía sus oficinas centrales en Puerto Norte y que funcionaron allí hasta el año pasado.
A finales de 2023 entró en default y el caso se destapó a principios de 2024 cuando comenzaron a acumularse denuncias que señalaban al broker inmobiliario por apropiarse de los dólares que los inversores le daban para hacer negocios, los cuales nunca se concretaban.
Las estafas
La fiscal detalló en la audiencia de este viernes al mediodía que la primera de las defraudaciones denunciadas se produjo el 9 de febrero de 2022 cuando Vargas –como representante de la firma Adelante Broker Inmobiliario SA– le ofreció a un inversor la oportunidad de participar en un proyecto que consistía en la construcción de un edificio en bulevar 27 de Febrero al 1700.
El damnificado pagó 20.000 dólares y el acuerdo consistía en que Vargas se comprometía a restituir la suma entregada en un plazo de 6 meses, mediante pagos mensuales de 67.200 pesos, en concepto de intereses y renta, con un interés mensual del 3% sobre el capital.
El vencimiento de la primera cuota estaba fijado para el 9 de marzo de 2022, y los 20.000 dólares debían ser reintegrados al finalizar el acuerdo, al cabo de la sexta cuota.
“Sin embargo, el imputado no cumplió con las condiciones acordadas, causándole un perjuicio patrimonial directo al mencionado hombre”, resaltó la fiscal para agregar que después intentó renegociar prometiendo transformar esa cifra en metros cuadrados con la documentación correspondiente, cosa que nunca ocurrió.
El segundo de los fraudes tuvo una mecánica similar y se produjo el 8 de agosto de 2022 cuando una mujer le entregó 30.000 mil dólares para la construcción de un edificio.
El acuerdo detallaba que a los 6 meses dicha suma sería restituida, mediante el pago de seis cuotas mensuales de 113.400 pesos que incluían un interés mensual del 3,5 por ciento sobre el capital, el cual sería devuelto al vencimiento de la última cuota. Milicic señaló que Vargas no cumplió este acuerdo y que al día de la fecha el dinero no ha sido devuelto.
En todo este tiempo, la Fiscalía también resaltó que la inversora tampoco tuvo respuestas a las reiteradas consultas, muchas de ellas presenciales.
“A lo largo de este período, el imputado modificó sus promesas, desde ofrecerle una camioneta Toyota Hilux hasta la conversión del dinero en metros cuadrados de un edificio que nunca fue iniciado”, describió la acusación para agregar que en septiembre pasado el imputado convenció a la damnificada para hacer un nuevo acuerdo en el que se comprometió a restituir el dinero de sus ahorros con un plan de pago que tampoco fue.
En su argumentación, la fiscal de la Unidad de Investigación y Juicio señaló que “el ardid desplegado en ambos casos consistió en inducir a error a las víctimas, mostrándose como una persona solvente y de confianza, con una supuesta trayectoria consolidada en el rubro inmobiliario».
A su vez, describió que en este engaño y para reforzar la apariencia de credibilidad, «el imputado se presentó como un empresario con oficinas en Puerto Norte, utilizando dicha ubicación para generar la impresión de estabilidad financiera y respaldo económico suficiente para asumir la obligación contraída. Sin embargo, nunca tuvo intención de cumplir con los términos del contrato ni de reintegrar el dinero prestado, utilizando estos medios fraudulentos para obtener un beneficio económico ilícito en perjuicio de la víctima”.
El tercero de los fraudes que le atribuyó la acusación fue denunciado por el abogado Gabriel Monserrat, que representa a dos damnificados como querellantes. La presentación describió que el 23 de abril de 2023 Vargas celebró un contrato con uno de sus representados donde recibió 15.000 dólares a cambio de devolver dicha cantidad, más un interés de 1.500 dólares, en un plazo de 30 días.
El imputado prometió invertir la suma entregada en espectáculos artísticos y shows que se realizarían en el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito de Rosario. La fiscal resaltó en su acusación que como pasó en otras oportunidades la inversión en dicho emprendimiento nunca existió.
Al continuar con su exposición, la fiscal sumó que incluso hizo un nuevo acuerdo, valiéndose de la expectativa creada en el inversor. Fue el 5 de mayo de 2023 donde la víctima y otra persona le entregaron otros 10.000 dólares.
El 17 de mayo, le entregaron otros 10.000 dólares que fue a buscar a las oficinas céntricas de los damnificados. “Las sumas entregadas tenían como finalidad que el imputado realizara inversiones en espectáculos públicos, con el compromiso de devolver la suma total más un 10% de interés”, describió la Fiscalía y agregó que esto nunca ocurrió.
“De manera fraudulenta, evitó toda comunicación con los prestamistas, quienes intentaron en múltiples ocasiones contactarlo mediante llamadas telefónicas y mensajes, e incluso se presentaron en su oficina laboral, siendo que tampoco respondió a las cartas documento que le enviaron las víctimas”, continuó Milicic.
Idas y vueltas: imputación y a su casa
Esta causa pasó de un lado a otro, la fiscal Milicic fue la primera que tomó las denuncias en 2024. Luego el expediente pasó a la Unidad de Delitos Económicos, primero a su par Miguel Moreno y luego a Sebastián Narvaja, el cual terminó por rechazar la denuncia.
En ese contexto, Monserrat pidió la revisión a la Fiscalía Regional donde el fiscal interventor Matías Merlo ordenó que el expediente siguiera abierto y volvió a asignar a Milicic, quien imputó a Juan Carlos Vargas como autor de cinco hechos de estafas, tres de ellos en concurso real.
En ese marco, la fiscal pidió la prisión preventiva efectiva por el plazo de 60 días.
Tras escuchar a las partes, el juez Postman aceptó la acusación pero ordenó que el broker siguiera el proceso en libertad. Deberá cumplir una serie de reglas como: constituir domicilio, firma mensual por ante la Oficina de Gestión Judicial, el pago de una caución real en un lapso de 48 horas por la suma de 15 mil dólares y la absoluta prohibición de salir del país, informaron voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA).