La Cámara Penal confirmó la prórroga extraordinaria de la prisión preventiva que el juez Héctor Núñez Cartelle había dictado en abril pasado para René «Brujo» Ungaro. El hombre está purgando condena desde hace una década por el crimen del ex jefe de la barra brava de Newell´s Roberto «Pimpi» Caminos y quedó involucrado en una investigación por asociación ilícita que se inició en 2016. Dos años después Ungaro fue imputado de dirigir la banda delictiva desde su celda. De las 16 personas que la Fiscalía señaló como miembros del grupo, entre ellos los hermanos Lautaro y Alan Funes, Carlos «Pelo Duro» Fernández y Daniela Ungaro, muchos ya aceptaron acuerdos abreviados y fueron condenados. La defensa del Brujo adelantó que su cliente no firmará un convenio y sostuvo su inocencia. Por lo que su encierro preventivo se extenderá un año más, mientras el caso llega a juicio oral y público.
René Ungaro fue condenado junto con Carlos «Betito» Godoy a purgar 11 años de cárcel por el crimen de Pimpi Caminos, ocurrido en marzo de 2010. Otro de los condenados fue Emanuel Suárez a 6 años de cárcel como partícipe necesario. El último en ser enjuiciado fue Diego «Panadero» Ochoa, penado también con 11 años de cárcel como instigador.
Betito ya logró la libertad condicional (aunque el mes pasado marchó preso por amenazas y tenencia de armas, y ya en diciembre último lo condenaron en primera instancia una causa narco), pero Ungaro fue vinculado con una nueva causa penal.
En 2016 comenzó una investigación donde se unificaron distintas denuncias que señalaban una violenta lucha territorial en los barrios Municipal y Grandoli entre dos facciones. En una de ellas estaba al frente uno de los hijos de Pimpi, Alexis Caminos, y en el bando contrario los hermanos Funes, en alianza con el Brujo Ungaro.
En mayo de 2017 se realizaron una serie de allanamientos, procedimiento que se conoció como Los Miserables, lo que derivó en el inicio del desbaratamiento de la facción de los Funes. Con el correr de la investigación cayeron varios miembros del grupo contrario y en 2018 la Fiscalía vinculó a Ungaro como el jefe de la asociación ilícita donde Lautaro «Lamparita» Funes hacía las veces de organizador.
Para la fiscal Gisela Paolicelli, Ungaro daba órdenes al grupo desde su calabozo. Durante un allanamiento en su lugar de detención le encontraron un celular, una notebook, un televisor y anotaciones que sumaron a la causa. En abril de 2018 fue imputado junto con otras seis personas; la misma suerte corrió en el fuero federal por narcotráfico.
De los 16 imputados como miembros del grupo que le achacan al Brujo, 12 personas aceptaron su responsabilidad en la banda y firmaron acuerdos abreviados que terminaron en condenas. Entre ellos Brisa Amaral –la joven que estaba con otro hermano, Jonatan «Bam Bam» Funes, cuando fue asesinado a la salida de la cárcel de Piñero, en febrero de 2018–, Lamparita, Pelo Duro, Jorgelina «Chipi» Selerpe –pareja de Alan Funes– y Daniela Ungaro, entre otros.
En abril pasado la fiscal Paolicelli pidió una prórroga extraordinaria a la medida cautelar de encierro que pesa sobre Ungaro y fue otorgada por un año en forma extraordinaria por el juez Héctor Núñez Cartelle, pero sus defensores Mariano Scaglia y Hernán Tasada apelaron la decisión, al entender que muchos de los imputados en la causa aceptaron abreviados, lo que su cliente adelantó que no hará.
La defensa de Ungaro dijo que no tiene nada que ver con el hecho que se le imputó y no hay indicios para condenarlo, por lo que pidió la revocación de la resolución por falta de fundamentos.
Paolicelli, en cambio, solicitó la confirmación de la prórroga. Explicó que la investigación está terminada y en condiciones de que se fije fecha de juicio.
Ante los planteos de las partes, la camarista Gabriela Sansó resolvió confirmar la medida cautelar por lo que Ungaro seguirá preso otro año.