El Hincha

Un poco de historia auriazul

La cancha de la parada de ferrocarril Castellanos: un reducto casi olvidado en la historia canalla

Entre 1919 y 1925 Rosario Central tuvo un estadio emplazado en un paisaje netamente ferroviario. Hoy no solo casi nadie recuerda que jugó allí, sino que el sitio exacto en el cuál se ubicó es desconocido para la gran mayoría de los hinchas. Te contamos dónde estuvo y cómo era el lugar


Una escena de un partido de Rosario Central frente a Rosario a Puerto Belgrano jugado en 1922 en el extinto estadio canalla ubicado en adyacencias de la parada Castellanos

Por Leonardo Volpe / Especial para El Ciudadano 

La cancha de la parada Castellanos, ubicada cerca del portón número 2 de los Talleres del Ferrocarril Central Argentino (F.C.C.A.) ubicados en Rosario fue el resultado de una serie de gestiones lideradas durante 1918 por el entonces presidente de la entidad auriazul, Federico Flynn. El mandamás del cuadro auriazul se encargó de negociar con las autoridades del F.C.C.A., buscando el apoyo de John Crouch, ingeniero mecánico jefe de los Talleres del F.C.C.A. situados en la localidad de Pérez. Estos talleres, denominados Gorton Locomotive Works en honor a la zona metropolitana de Gorton en Manchester, habían sido así nombrados por Joseph White Tood, presidente del directorio de la empresa en Londres, durante una visita a Argentina en 1913.

Es relevante señalar que Crouch había confeccionado listas negras durante una huelga de obreros ferroviarios en 1917, que había comenzado en los Talleres de Rosario, adyacentes a la nueva cancha.

Finalmente, las gestiones de Flynn fueron exitosas, y el 4 de junio de 1918, la empresa ferroviaria británica concedió al Club Atlético Rosario Central el permiso para utilizar una franja de terreno frente a los Talleres de construcción, de reparación de coches y locomotoras del Ferrocarril Central Argentino, ubicados en Rosario entre los portones 2 y 3 de dicho lugar.

Durante el período de acondicionamiento del nuevo emplazamiento, Rosario Central jugó sus partidos de 1918 y parte de 1919 en las canchas de sus rivales o en reductos neutrales. La demora en los trabajos se debió a varios factores. Inicialmente, fue necesario desmantelar edificaciones existentes. Además, hubo un error en la siembra, ya que en lugar de sembrar gramilla, se plantó cicuta, lo que retrasó el proceso de desmalezamiento. Posteriormente, una sequía de tres meses complicó el crecimiento del pasto. A pesar de estos inconvenientes, la intervención de Harry Hayes (histórico futbolista de Rosario Central y máximo goleador de su historia) y de su cuñado MacKay, jefe de bomberos de los Talleres, permitió regar adecuadamente la cancha con una manguera. Sin embargo, el proceso de acondicionamiento fue prolongado, y por ello el equipo auriazul tuvo que jugar como visitante los primeros nueve partidos de la Liga Rosarina de Football de 1919.

Su ubicación

 La nueva cancha de Rosario Central se ubicaba cerca de la actualmente extinta parada de ferrocarril Castellanos, en terrenos que hoy forman parte de la plaza Bosque de la Memoria, en el parque Scalabrini Ortiz, frente a un importante centro comercial de la ciudad. En los años 20, el estadio se situaba entre las calles Facundo de Zuviría (antes Las Heras), Monteagudo al norte y Cafferata al sur. Cabe aclarar que se encontraba dentro del predio ferroviario y solo nombramos las calles para tomarlas como referencia de su ubicación exacta. En tanto la parada Castellanos, que se ubicaba a unos metros al oeste de la cancha, estaba al sur del Barrio Inglés. En la edición número 13 de la revista digital Historia Fútbol Club brindamos un extenso y completo informe de su ubicación exacta.

Inauguración del nuevo campo de deportes

Después de diversas dificultades, en julio de 1919, Rosario Central logró finalmente inaugurar su nuevo campo de deportes. Los directivos querían invitar a un equipo de Buenos Aires o Montevideo para festejar este evento. Según el diario Crónica de Rosario del 3 de julio del citado año, se preparaba una gran celebración para la ocasión y se destacaba la calidad del césped, comparándolo con un billar. Además, se anunció que el campo de deportes contaría también con canchas de bochas, cricket y tenis.

En definitivas, lejos de haberse llevado a cabo una fiesta inaugural, el primer partido en el flamante reducto se celebró el domingo 6 de julio, pero no fue la primera división, sino la segunda de Rosario Central, la que inauguró oficialmente el estadio. Por la Copa Pinasco de la Liga Rosarina de Football, el equipo local venció a Belgrano con un contundente 15 a 0 en una jornada lluviosa, marcando un inicio exitoso en su nuevo hogar.

Por su parte, la primera división debutó allí recién el domingo 27 de julio. En la mencionada ocasión Rosario Central se enfrentó a Central Córdoba por la décima fecha de la Copa Vila. Esa tarde el conjunto canalla (en ese entonces apodado todavía como Talleres) ganó 3 a 2, logrando así un ajustado triunfo en su debut. El primer gol del partido llegó a los 23 minutos tras un penal ejecutado por Rodolfo Mulhall. Posteriormente anotaron Ernesto Guaraglia y Ennis Hayes. En tanto que para el elenco charrúa marcaron Ciro Dagnino y Gabino Sosa.

La alineación de Rosario Central ese día incluyó a Octavio Díaz; Patricio Clarke y Florencio Saracívar; Rodolfo Mulhall, Francisco Furlong y Jacinto Perazzo; Antonio Blanco, Ernesto Guaraglia, Harry Hayes, Ennis Hayes y Armando Canaverolo.

En busca de nuevos horizontes

Por aquellos días del año 1925, los dirigentes y socios de Rosario Central deseaban liberarse de la dependencia del Ferrocarril Central Argentino, con la intención de que el club ya no estuviera bajo la tutela de la empresa ferroviaria. En una asamblea realizada el 13 de febrero de 1925, se discutió la oficialización del club, dependiente del ferrocarril. Ignacio Romeo Rota solicitó información sobre el avance de las negociaciones. Federico Flynn, presidente del club, explicó que las gestiones habían sido infructuosas, ya que Mervyn Ryan, quien podía adelantar las negociaciones con los altos dirigentes ferroviarios tuvo que viajar a Inglaterra. Cabe señalar que Ryan había donado las maderas para construcción de las tribunas en 1918 y tenía un cargo influyente dentro de la empresa británica de trenes. Además, otro funcionario de apellido Johnson, también se ausentó, retrasando las gestiones. Asimismo, Flynn añadió que la comisión directiva quería resolver el asunto cuanto antes y esperaba concretar la oficialización al final de la temporada.

Rota sugirió establecer un plazo hasta junio para que los representantes del ferrocarril se pronunciaran sobre la moción, ya que el proceso se estaba prolongando. William Dilrew, vicepresidente del club, advirtió que los dirigentes de la empresa ferroviaria podrían exigir el terreno, dejándolos sin estadio y otras comodidades. Rota respondió ingenuamente, sin considerar esta posibilidad. Se esperaba que G. E. A. Johnson, Superintendente del Departamento de Estadísticas, regresara de Inglaterra para avanzar en las negociaciones, ya que él era el principal opositor a la oficialización del club, pero el proceso se demoró aún más.

El 1º de agosto de 1925, en una nueva asamblea general, se informó que en Buenos Aires, el Ferrocarril Central Argentino había considerado fundar un nuevo club dependiente de la empresa, utilizando a Rosario Central como base para su masa societaria y capital financiero. Además, el F.C.C.A. reclamó los terrenos de la cancha para fines ferroviarios, tal como Dilrew había anticipado.

Estos acontecimientos provocaron el descontento de los socios, quienes exigieron urgentemente adquirir un terreno propio. Rota expresó su indignación, afirmando que prefería la disolución del club a continuar bajo la dependencia del ferrocarril. Ante la solicitud de calma de los directivos, se decidió buscar un nuevo campo de deportes. El 10 de octubre de 1925 se nombró una comisión para encontrar un terreno y lograr la independencia del F.C.C.A.

El 6 de diciembre de 1925, Rosario Central jugó su último partido en el estadio de la parada Castellanos, venciendo a Central Córdoba por 4 a 1. Diez días después, el 16 de diciembre, debido a dificultades financieras para adquirir un nuevo terreno, se solicitó al Honorable Consejo Deliberante de Rosario la concesión de un terreno municipal, que fue aprobado el 28 de noviembre. El mismo estaba situado entre el bulevar Avellaneda, calle 31 (actual Cordiviola), avenida Central (hoy Av. Génova) y el río Paraná. También se discutió y aprobó parcialmente el nuevo estatuto del club, completándose el 17 de diciembre. De la siguiente manera, con el nuevo estatuto el club logró así su independencia total del Ferrocarril Central Argentino.

El Club Atlético Rosario Central obtuvo la personería jurídica de la provincia de Santa Fe el 1º de marzo de 1926. La empresa ferroviaria exigió la desocupación del estadio, y el club, tras siete temporadas en la parada Castellanos, alquiló el campo de deportes del Club Atlético Bolsa de Comercio, ubicado entre las calles Zeballos, 9 de julio, Callao y Ovidio Lagos. Jugó sus encuentros allí mientras construía su nuevo estadio en Arroyito, que inauguró el 14 de noviembre de 1926 con una victoria ante Newell’s por 4 a 2.

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