La cantidad de controles ginecológicos de rutina en instituciones públicas y privadas se desmoronaron en hasta un 70% de manera generalizada durante la pandemia, a excepción de urgencias, procedimientos de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) o programados, mientras en algunos casos algunos controles fueron reemplazados por «teleconsultas» con profesionales y con el envío por correo electrónico de recetas para anticonceptivos.
La médica Natalia Kienast, ginecóloga y obstetra del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (Cemic), indicó a Télam que hubo un 70% menos de consultas. «Tratamos las urgencias, pero conviene esperar hasta septiembre para retomar los controles rutinarios. De todas formas, las pacientes que llegan por urgencias son hisopadas y los resultados están a las pocas horas», explicó.
La profesional consideró que «en pacientes sin antecedentes, los controles pueden esperar un poco» y explicó que las mamografías «se empiezan a hacer luego de los 40 años, anualmente, pero las pacientes sin riesgos lo pueden hacer cada dos o tres años».
Por eso, Kienast indicó que teleconsultas son una alternativa en estos momentos y señaló que «lo primordial es que haya la menor cantidad de gente circulando. Es importante que no vayan a la guardia por cualquier cosa, ya que hay otras formas de resolver las dudas».
En la provincia de Buenos Aires, la directora de Equidad de Género del Ministerio de Salud bonaerense, Sabrina Balaña, explicó en declaraciones formuladas a Télam que «en general se recomienda que no se posterguen los controles ginecológicos imprescindibles, pero sí aquellos que son anuales para los casos sin factores de riesgos».
En ese sentido, desde el Instituto Provincial de Cáncer de la provincia de Buenos Aires explicaron a esta agencia que adhieren a las recomendaciones de los programa nacionales de prevención de control de cáncer cérvico uterino y mama.
Y expusieron que a nivel nacional se decidió «que las prácticas de tamizajes para cáncer de mama y cérvix en mujeres sin antecedentes y sin signos ni síntomas según recomendaciones internacionales y nacionales deben transitoriamente reprogramarse hasta finalizar el aislamiento social, preventivo y obligatorio».
Por su parte, fuentes del Ministerio de Salud de Neuquén indicaron a Télam que «frente a la emergencia sanitaria por el coronavirus, los hospitales públicos adecuaron su modalidad de atención para la entrega de métodos anticonceptivos, consultas y atenciones» y elaboraron unas «recomendaciones para el acceso a la salud sexual y reproductiva en el contexto de pandemia Covid-19» en la que se destaca que la consulta por anticoncepción es «de urgencia» y que el acceso a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) «es una prestación prioritaria».
Asimismo, señala que se debe «evaluar la posibilidad de realizar consejería anticonceptiva vía telefónica o por redes sociales», y manifiesta que se debe «evaluar el tratamiento ambulatorio con misoprostol, pues no hay evidencia que contraindique su uso en caso sospechoso o confirmado para Covid-19».
Si bien disminuyó la cantidad de los controles ginecológicos, «las mujeres tienen la posibilidad de posponerlos», dijo a Télam Claudia Castro, responsable del área de Salud de la Mujer en Jujuy.
La funcionaria aclaró que «si detectan a mujeres con síntomas o problemas mamarios pueden acceder a los servicios de ginecología y diagnóstico por imagen, que funcionan normalmente».
Para eso, en Jujuy se implementó un sistema de turnos a través de la web del Ministerio de Salud provincial para garantizar la asistencia de las mujeres que requieren estudios de Papanicolaou dentro del esquema que recomienda el Programa Nacional de Prevención de Cáncer de Cuello Uterino.
En Córdoba, el médico Agustín Ferreyra, especialista en tocoginecología e integrante del servicio de ginecología y obstetricia del Sanatorio Allende de Nueva Córdoba, indicó a Télam que «el servicio hoy está trabajando a un 60% de lo que era el año pasado en este área» y remarcó: «Estamos haciendo consultas telefónicas a las pacientes. Son acciones muy efectivas».
También el jefe del Programa de Cáncer de Mama y Cuello Uterino de Mendoza, Santiago Orrico, informó que «desde que comenzó la cuarentena se suspendieron los controles preventivos, pero continuaron los procedimientos de diagnóstico que estaban en marcha».
Voceros del hospital mendocino Schestakow de San Rafael indicaron que «desde fines de marzo las consultas bajaron un 80%, y en mayo mejoró por la apertura de los consultorios externos con un cupo muy limitado».
En Santiago del Estero, por su parte, la tocoginecóloga Patricia Gómez informó a Télam que «en ningún momento dejamos de operar a las pacientes oncológicas», aunque «hay que retomar todos los controles: la Prueba de Papanicolau (PAP) al año de haber iniciado las relaciones y la mamografía a los 35 años, si no hay antecedentes familiares de cáncer de mama. Si no, diez años antes.»
Además, el médico Pedro Carrizo, director del Programa Provincial de Maternidad e Infancia, indicó que «los PAP bajaron un 40%» en cuarentena.
En Chubut cayó a la mitad el nivel de consultas, pero «las emergencias se siguen atendiendo», dijo el ginecólogo Leandro Acardo, de la Asociación de Ginecología y Obstetricia del Chubut, y comentó que «las pacientes que concurren a consulta lo hacen por prevención de cuadros oncológicos o para consultas sobre fertilidad» .
Por su parte, la directora de Maternidad, Infancia y Adolescencia provincial, Débora Flores Sahagún, aseguró que «la disminución obedece a dos razones: una relacionada con las restricciones de circulación y la otra es el temor al contago en centros asistenciales».
La coordinadora de cáncer de Río Negro, María Coller, dijo a Télam que «continúan los controles y seguimientos de las mujeres con patologías en curso», pero se siguen las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación de suspender el tamizaje en la población en general. De a poco se retoman los controles habituales.
En Entre Ríos, el Instituto Provincial del Cáncer siguió la misma política y los estudios ginecológicos se realizan «solo si el profesional lo considera necesario».
La jefa del organismo entrerriano, Clauda Enrique, dijo a Télam que la cantidad de controles ginecológicos «disminuyó con respecto a otros años» y también «se suspendieron las campañas de prevención». Pero informó: «Buscamos a las pacientes cargadas en el sistema con alguna patología sospechosa y no recibieron tratamiento».