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La carga y envío de votos por tablet fue un éxito y ya piensan proponerla a Nación

En Roldán y San José de la Esquina la confección de las planillas, los telegramas y certificados de la votación de varias mesas no se hizo a mano, sino con una tablet. Y el envío al centro de cómputos fue por celular en lugar de fax.

Las Paso de este domingo en las ciudades de Roldán y Rincón fueron diferentes: la confección de las planillas, los telegramas y certificados de la votación de varias mesas no se hizo a mano, sino con una tablet. Y el envío al centro de cómputos, por celular en lugar de fax. Es una prueba piloto del gobierno santafesino que se completará en las generales de octubre. El balance es «altamente positivo». Tanto, que ya piensan incorporar el sistema en las elecciones de 2019. Una ONG nacional que auditó el ensayo, incluso, lo tomó como alternativa de innovación frente al cuestionado voto electrónico con el que batalla el Ejecutivo nacional.

Telegramas de resultados ilegibles, datos inconsistentes, errores en la transmisión por fax. Son algunos de los argumentos del gobierno nacional frente a las críticas por el extraño flujo de datos del escrutinio en la provincia de Buenos Aires. Picardía o algo más, desde Cambiemos contraatacaron las quejas con la insistencia en el voto electrónico que buena parte de la oposición rechaza por vulnerable y manipulable. Lo de Santa Fe «no es voto electrónico», aclaró Ignacio Tabares, subsecretario de Tecnologías y Proyectos de la provincia. Es otra forma, dijo, de incorporar tecnología para minimizar errores pero sin suspicacias de fraude o hackeo cibernético.

El sistema que se probó este domingo en dos ciudades santafesinas mantiene intacto el tradicional proceso de emisión del sufragio y el de conteo. La innovación se aplica recién en la engorrosa etapa final del llenado de los documentos. La autoridad de mesa, en lugar de transcribir los números del pizarrón con una birome sobre las planillas de papel, los carga en una tablet. Una aplicación especialmente diseñada lo guía y le avisa si detecta una inconsistencia. Por ejemplo, si la suma de votos no coincide con el número de votantes. Una vez completada la carga, se imprimen las planillas mediante una impresora que se entrega como parte del kit. Los fiscales partidarios verifican las cifras y ponen las firmas junto a las de las autoridades de mesa. El próximo paso es con un celular: le saca una foto a los documentos, para que queden registradas las firmas, y además lee el código QR impreso en las planillas para tomar los datos digitalizados. Lo que resta es enviar la imagen y el archivo al Centro de Cómputos por internet.

Ya no importa si quien llena los certificados tiene buena o mala letra. Los avisos de la aplicación minimizan también los errores esperables en personas agotadas al cabo de varias horas de supervisar la votación. La tablet y el celular cumplen con protocolos de seguridad informática internacionales, tienen cargados sólo los programas que necesitan y cuentan con firmas digitales de identificación. Las fallas por ilegibilidad de los datos, y los retrasos por pedidos de repetición de formularios mal hechos se reducen. Ese es el objetivo y Tabares le dijo a El Ciudadano que se cumplió en esta prueba piloto.

La provincia tuvo la idea y la tarea de diseño de las aplicaciones móviles en sintonía con los estándares de seguridad internacionales. La Universidad Nacional de Rosario y la Cámara Nacional Electoral actuaron como supervisores y auditores. También la ONG Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), que consideró un éxito la prueba. Tanto, agregó Tabares, que piensa proponerla como alternativa al voto electrónico. La gestión de Cambiemos volvió a la carga con esa idea este fin de semana, pese a que son varios los países que la desterraron luego de malas experiencias de hackeos, fallas y vulnerabilidad a maniobras fraudulentas.

La provincia completará el ensayo del sistema –con algunas correcciones– en las elecciones generales del 22 de octubre. Será en las mismas ciudades, pero en las mesas que no participaron de la primera experiencia. Si pasa la prueba, en lo que confía Tabares, propondrá aplicarlo en los comicios de 2019 con las adaptaciones que correspondan.

Prueba piloto: usarán tablets y celulares para las planillas en dos ciudades

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