La causa judicial por la explosión del edificio de Salta 2141, que causó la muerte de 22 personas en 2013, llegará a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a raíz de la presentación de un recurso extraordinario que realizarán empleados de Litoral Gas y están procesados por el delito de «estrago culposo».
Los abogados de los cinco trabajadores de la compañía prestadora del servicio d gas adelantaron que presentarán el recurso extraordinario ante el máximo tribunal de la Nación, a raíz del rechazo de la Corte de Justicia de Santa Fe al planteo de inconstitucionalidad presentado, informó hoy el portal Tiempo de Justicia.
El 6 de agosto de 2013 un escape de gas causó el estallido y posterior derrumbe de las dos torres situadas en inmediaciones de Salta y Oroño, causando la muerte de 22 personas y heridas a otras 60.
Los inspectores de la firma Gerardo B., Guillermo O. y Luis C., el jefe de estos, Claudio T., y la gerente técnica Viviana L. se encuentran procesados por el delito de estrago culposo agravado. Sus abogados trabajan en el recurso federal para que la Corte Suprema resuelva si queda firme el procesamiento de los cinco empleados de Litoral Gas.
En la causa que tramita la jueza de Instrucción Penal Irma Bilotta se encuentran procesados por supuesto estrago culposo otras seis personas, entre ellos el gasista que manipuló una válvula antes de la explosión y su ayudante. También, tiene como principales imputados al técnico José Luis A., quien estuvo trabajando en el sistema de gas del edificio unos diez días antes del siniestro y los administradores del complejo habitacional, Mariela C., Norma B. y Carlos R.
El hecho se produjo en la mañana del 6 de agosto de 2013, cuando el técnico matriculado Carlos Osvaldo G. y su ayudante concurrieron al complejo de Salta 2141, contratados por la administración del consorcio, para cambiar el regulador de gas ubicado en las cocheras. Durante los trabajos se produjo una importante pérdida de gas que se expandió dentro y fuera del edificio, lo que desencadenó una explosión y un incendio que en pocos segundos derrumbó el bloque central del complejo de departamentos y destrozó gran parte de las dos torres adyacentes, a la vez que dañó viviendas en un radio de 200 metros. El gasista y su ayudante, Pablo M., alcanzaron a salir del lugar ilesos en los pocos segundos entre el inicio del escape y la explosión.