La seccional local de la Confederación General del Trabajo se declaró ayer en estado de alerta y movilización por la inseguridad tras el asesinato del taxista Sergio Quinteros esta semana. “No tenemos que permitir la muerte de ningún trabajador”, sentenció Horacio Boix, del Sindicato de Peones de Taxis, secundado por Rubén López y Luis Stern, la cúpula de la CGT local. Boix aprovechó la ocasión para advertir que una nueva muerte a mano de los delincuentes pondría al sindicalismo local en condiciones de disponer una medida de fuerza.
“El movimiento obrero organizado en su conjunto invita a toda la ciudadanía a sumarse a un enérgico repudio a los funcionarios políticos responsables del incremento de la delincuencia. Los dirigentes gremiales reclamamos al gobierno de la provincia que se ponga de manera urgente a la altura de su responsabilidad y nos garantice a todos los ciudadanos el derecho elemental a la vida, a la seguridad y al trabajo”, alertó la CGT local en un comunicado que difundió ayer en su sede de la calle Córdoba.
“La CGT no tolerará ni un trabajador asesinado más. Por eso se declara en estado de alerta y movilización, encabezando junto al pueblo rosarino la lucha por la defensa del derecho esencial y humano a la vida, por el derecho a la seguridad pública y a poder trabajar seguros y en paz”, agregó el comunicado de la regional obrera.
Sergio Quinteros falleció en el Heca el lunes por la madrugada luego de sufrir un violento ataque el día anterior. La nueva muerte en el gremio de los taxistas tuvo como consecuencia una suspensión del servicio que se prolongó hasta el martes y el reclamo por más seguridad en el trabajo. “El lunes se nos prometió que habría móviles policiales en los corredores seguros distribuidos por toda la ciudad y un patrullaje permanente. Esto no sucedió. El martes fracasó y recién el miércoles notamos alguna presencia policial. Con el lío que hicimos logramos al menos que la fuerza policial se mueva”, señaló Boix.
En la conferencia de ayer, el pedido del titular de peones de taxis estuvo centrado en la necesidad de más patrulleros en la calle, aunque aclaró que ésa no es más que una medida de prevención. “La base –teorizó– está en presentar un proyecto para prevenir el delito a corto, mediano y largo plazo”.
La vida en juego
En el marco de indignación que se advirtió ayer en la convocatoria de la CGT a los medios de prensa, el secretario general de la Regional Rosario de la central obrera, Rubén López, anunció que no solamente se presentará un petitorio de mayor seguridad al gobernador de la provincia sino que también habrá una comisión del seguimiento de la seguridad que hará un riguroso punteo de los delitos que se cometen en Rosario y lo que se hace para evitarlos o por lo menos esclarecerlos, deteniendo a sus responsables para que respondan ante la Justicia.
Luis Stern, el segundo en la conducción de la CGT rosarina, resaltó que el compromiso de la regional obrera es con todos los trabajadores. “La convocatoria fue por un caso puntual: la muerte del taxista. Pero pedimos por el derecho a salir a trabajar. Aquí se está poniendo en juego la vida de los compañeros. Es inexplicable que no estemos discutiendo cuestiones laborales porque tengamos que ocuparnos de la integridad de los trabajadores”, concluyó.