Referentes de la CGT se reunieron este martes con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, para analizar la situación de los despidos, las próximas paritarias y las reformas laborales que evalúa el gobierno, pero no lograron acercar posiciones y ambas partes admitieron que la relación está cada vez más «tensa».
El encuentro se desarrolló a las 15 en la sede de la cartera laboral, donde Triaca y Quintana recibieron a una comitiva de la CGT integrada por Héctor Daer (Sanidad) y Abel Frutos (Panaderos), entre otros sindicalistas.
La intención del gobierno era tratar de aplacar el creciente malestar de los sindicalistas por los despidos y la pérdida del poder adquisitivo –justo horas después del anuncio de un nuevo tarifazo, en la energía eléctrica– y evitar o, al menos, posponer el plan de lucha que la CGT espera aprobar este jueves en la reunión del Consejo Directivo que realizará en la sede de la calle Azopardo.
Tras el encuentro, desde el oficialismo admitieron a la agencia NA que la relación con la central obrera está «más tensa que hace un mes» y que en la reunión no se lograron acuerdos sobre los temas abordados, entre ellos los despidos en distintos sectores, las paritarias 2017 y el paquete de reformas laborales que busca aplicar el Ejecutivo.
Esto también lo confirmó el moyanista Frutos al señalar que el vínculo con la Casa Rosada «está muy mal», e incluso señaló que varios dirigentes de la central piensan que «hay que romper el diálogo» con el gobierno ante la falta de resultados en una estrategia para contener despidos y caída del poder adquisitivo.
«Esta muy mal (por la relación con el gobierno). No cumplen, tienen una actitud de que te dicen una cosa y después sacan un DNU sin avisar (en referencia a los cambios a la ley de ART). Y además, sigue habiendo despidos por todos lados», remarcó Frutos.
Me parece que hay que romper el diálogo con el gobierno, no queda otra. El jueves creo que se pudre todo
El dirigente, cercano a Hugo Moyano, blanqueó así el malestar de ese sector cegetista y advirtió que en la reunión del jueves en Azopardo «se va a endurecer la postura» hacia el Ejecutivo nacional. «Viene todo mal. Me parece que hay que romper el diálogo con el gobierno, no queda otra. El jueves creo que se pudre todo», resumió el secretario general de Panaderos.
Si bien esa será la postura que llevará el moyanismo al plenario cegetista, aún hay incertidumbre sobre la posición que plantearán otros sectores de mayor diálogo con la Casa Rosada, como los «gordos» y los «independientes».
De todos modos, días atrás, otro integrante del moyanismo, el jefe del sindicato del Seguro, Jorge Sola, aclaró que se activará un plan de acción «gradual» que iría subiendo de tono con el paso del tiempo, con lo cual minimizó la posibilidad de un paro general en el corto plazo.
Compromisos de papel
La postura que viene ganando terreno al interior de la CGT es que los acuerdos firmados en las reuniones tripartitas con el gobierno y las cámaras empresarias fueron un fracaso, ya que tras ello siguieron registrándose despidos en distintas y empresas y además hubo gremios importantes, como la UOM, que no recibieron el pago del bono no obligatorio de fin de año.