La Peste del Cazador, la última producción de la banda porteña La Chancha Muda, está disponible por tiempo limitado en plataformas digitales en su formato de audio, de libro y una presentación audiovisual exclusiva a la que se puede acceder en la página web oficial de la formación: lachanchamuda.com. El material, una obra conceptual que se conoció en formato físico el año pasado y que cuenta con la participación del fallecido escritor y periodista Osvaldo Bayer, está nominado a los premios Carlos Gardel como mejor álbum grupo de rock.
“Es un disco que tiene un montón de cosas que lo atravesaron y fue tomando cada vez más dimensión. De por sí el hecho de ser un tercer disco lo posiciona como un momento clave de la banda. Además está el hecho de haber podido plasmar la idea de un libro que lo acompañe, haber contado con la participación de Osvaldo Bayer y ahora la nominación a los Gardel, todo hace que esté atravesado por muchas cosas que marcan un momento muy importante de la banda”, contó Gonzalo Pascual, vocalista de la banda..
El material, un disco grabado en los estudios Romaphonic por Facundo Rodríguez y masterizado en Londres por Neil Pickles; salió a la venta acompañado por una edición en formato libro tapa dura de 140 páginas, con ilustraciones realizadas con pintura asfáltica por el artista plástico Anibal Caubet. “La idea del libro ya venía dando vueltas, con cada disco nos fuimos acercando un poco más, pero recién en este material pudimos realizarlo tal cual lo queríamos. Además, a medida que fueron apareciendo las canciones vimos que estaban bastante conectadas entre sí. También, porque a diferencia de los discos anteriores, el momento de composición fue más uniforme. Todas las canciones pertenecen a un mismo momento, y eso hace que estén más conectadas”, explicó el músico sobre el material que fue presentado en abril de 2019 y en poco tiempo les abrió puertas para presentarse en otras provincias y otros países, además de participar en eventos y festivales como el Cosquín Rock y La Feria de la Música.
Esta obra compone un cuento histórico basado en hechos reales, con diez canciones de un rock mestizo. “Es una obra muy intensa que te sacude y te marca”, apuntó el cantante. “En esta Peste logramos reflejar el gen de la banda. Es un disco en el que más allá de las influencias musicales entran en juego influencias literarias, por eso la participación de Osvaldo (Bayer). A medida que íbamos descubriendo las canciones nos dimos cuenta que había mucho de ese contenido adentro, fue saliendo solo, porque es algo que está presente en nosotros. Hay hechos que fueron quedando como hilo conductor del disco y del libro, aparecen unos cuantos datos más bien históricos”, puntualizó Pascual que entre los hechos históricos que aparecen en las canciones enumeró: «La Conquista del Desierto, la década del 30 con fusilamiento de anarquistas, La Patagonia Rebelde, la historia del Che Guevara. También lecturas que estuvieron presentes en nuestra historia que tienen que ver con Eduardo Galeano, atraviesan esa mirada crítica”, especificó.
Visita a la fuente
Cuando los músicos de La Chancha Muda notaron la presencia conceptual de Osvaldo Bayer en las canciones, pensaron en la posibilidad de hablar con él. “Es una figura que siempre se caracterizó por la sencillez, por ser muy accesible. Estaba ahí en su casa, abierto a quien lo quiera ir a visitar. Así que nos mandamos”, relató quien comparte banda con Christian Tamanaha (saxo), Diego Chiaradía (batería), Federico Fassa (guitarra), Juan G. Bisio (guitarra), Maximiliano Verá (bajo) y Rómulo Tomaselli (trompeta).
Y continuó: “Nos parecía un broche de oro tener su palabra. Fuimos a su casa, vivimos un rato mágico ahí con él. Charlamos, tomamos registro. Después editamos ese material, seleccionamos lo que nos parecía que estaba mejor y lo pusimos en el tema que cierra el disco. No podía haber tenido mejor cierre. Son unas palabras tremendas de Osvaldo con noventa y pico de años, fue muy movilizador. Con el agregado de que al mes de nuestro encuentro nos enteramos la noticia de que partió y le dió mayor significado”.
En la actualidad, la cuarentena y la suspensión de los shows en vivo instó a estos músicos a poner la cabeza en la producción. “El hecho de no poder ni juntarte a ensayar hace que te la tengas que rebuscar para seguir en movimiento y produciendo. Una de las cosas en las que nos metió esta cuarentena fue en producir temas nuevos, empezar a laburar en lo que sera nuestro próximo disco. Empezamos a visualizarlo para que pueda salir el año que viene, pero dependemos de cómo siga todo”, dijo mientras que consultado sobre la situación en Buenos Aires tras la habilitación de los shows en vivo sin público opinó: “Es un minuto a minuto. Parece que, más a la fuerza que por conciencia, de a poco se va activando todo. Es lento. Ahora estuvo la edición del Cosquín Rock que acaparó las miradas como la primera experiencia más abarcativa o con más peso en esa modalidad de streaming. Fue medio raro. El hecho de estar tocando en un lugar vacío también es frío. Nosotros no somos muy amigos de las nuevas tecnologías, nos vamos tratando de adaptar porque entendemos que es parte del juego, pero tratamos de tomar un poco de distancia. Como los vivos reales no hay, nuestra cabeza sólo piensa en cuándo van a volver. Pero este tipo de experiencias hay pasarlas y seguir moviendo la banda, por momentos no queda otra”, apuntó el músico.
“Creo que la mayor razón, lo que más apura, es cuando eso empieza a influir en la fuente de trabajo o de comida de mucha gente. Podemos esperar para salir a los escenarios, pero ante la necesidad, ahí sí hay que salir a ver cómo reactivas y como te empezas a mover. No es sencillo, estamos todos en la misma. Siempre trato de poner el ojo en qué, si bien es un problema para nosotros no estar laburando, hay gente que la está pasando mal en serio y ahí está el problema real”, concluyó.