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La Circunvalación mejoró, pero ahora asusta por los robos

Desde hace un tiempo, quienes frecuentan esta arteria renovada aseguran que volvieron los peligrosos asaltos a manos armada. El modus operandi es tirar piedras a los autos para romper los parabrisas y así lograr que los vehículos se detengan y robarlos. También ponen adoquines en plena calzada

La avenida Circunvalación luce renovada. Se puede circular tranquilo sin caer en los pozos que durante años generaban temor en los conductores. Sin embargo, la Circunvalación volvió a ser peligrosa. Es que desde hace un tiempo, quienes frecuentan esta arteria que rodea toda la ciudad aseguran que volvieron los peligrosos robos en los que desconocidos tiran piedras a los autos para romper los parabrisas y así lograr que los vehículos se detengan y robarlos. Otro de los modos de hacerse de un botín es poner adoquines en el medio de la arteria para provocar un choque.

Eran las 0.30 de este jueves cuando Guillermo y un amigo volvían de un partido de fútbol por avenida Circunvalación. A la altura del puente que da a la calle Juan Pablo II, en la zona oeste, chocó contra un adoquín que le provocó la rotura de una cubierta. Después, el mecánico le diría que también le rompió los amortiguadores.

Tres pibes, al menos uno de ellos armado con un revólver, se acercaron y lo asaltaron. Sólo querían el dinero, en este caso los 2 mil pesos que había sacado del cajero. Se fueron corriendo hacia calle Irurtia. Guillermo calcula que el robo duró un minuto y que rápidamente llegó la Policía. Lo curioso es que el móvil salió a correr a los ladrones y dejó a las víctimas solas cambiando la cubierta en la peligrosa Circunvalación. Pronto encontraron compañía. Otro automovilista corrió la misma suerte y cambió la goma a pocos metros de Guillermo, aunque con la Policía dando vueltas el robo no se consumó.

Florencia vive en la zona sur. Y desde que la Circunvalación está arreglada, los tiempos de traslado hacia su casa se acotaron. Hasta hace un mes. “Cuando vas desde el centro temprano, no pasa nada. Pero a la noche y los fines de semana en el horario de la siesta se volvió peligroso”, asegura.

Es que en una oportunidad llovían piedras que impactaron en otros autos, no en el de ella. Y en otra alcanzó milagrosamente a esquivar un adoquín.

“Si hablás con la gente que todos los días circula por la Circunvalación, te das cuenta que volvieron a aparecer este tipo de hechos que hace tiempo no se veían. Al menos no de una manera frecuente”, afirma Valeria, que también vive en la zona sur.

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