En las ciudades de Santa Fe y Entre Ríos comenzaron a tomarse medidas preventivas con respecto a la crecida del río Paraná. Así lo confirmó Raúl Rainone a El Ciudadano. El titular de Defensa Civil municipal explicó que según el Instituto Nacional del Agua, se espera una fuerte crecida para dentro de 15 días, por lo que el agua llegaría a los 5,65 metros.
«Rosario todavía no ha generado inconvenientes con el pronóstico de crecida, pero estamos tomando acciones de prevención sobre todo las zonas más vulnerables que son la zona sur y del Mangrullo en particular», recalcó Rainone.
En la actualidad, unas tres mil personas permanecieron evacuadas en las provincias de Chaco y Corrientes como consecuencia de la crecida del río Paraná, a raíz de las fuertes lluvias registradas en la zona norte de la cuenca.
En la ciudad de Corrientes, la crecida superó esta mañana los siete metros de altura y se esperaba un pico máximo para la noche, según el director de Defensa Civil de la provincia, Eulogio Márquez.
El funcionario, en declaraciones a Radio Sudamericana, advirtió que en las próximas horas la situación «puede ser crítica en las costas correntinas del Río Paraná».
Márquez estimó que recién a fines de julio, la situación podría normalizarse por completo, aunque advirtió que se espera que, después de alcanzar su pico máximo, «la crecida se estacione», a pesar de que persisten lluvias en los estado de Santa Catarina y San Pablo, en Brasil. Asimismo, informó que hasta el momento eran 160 las familias que debieron dejar sus hogares a las orillas del Paraná.
La situación es aún más preocupante en Chaco, donde entre 1700 y 1800 personas debieron ser evacuadas en distintas ciudades, por las crecidas de los ríos Paraná y Barranqueras.
Unas 400 personas trabajaban para paliar la emergencia y esta mañana, el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, inició una recorrida por las zonas de desastre.
María Cristina Magnano, titular de la Administración Provincial del Agua (APA) de Chaco, dijo que se estima que la crecida «se extenderá más días», ya que «sorprende» el comportamiento del Iguazú, afluente del Paraná, que no bajo su nivel rápidamente después de incrementarse su cauce, como lo hace habitualmente.
En tanto, en ciudades de Santa Fe y Entre Ríos comenzaron a tomarse medidas preventivas. En Rosario, el titular de Defensa Civil municipal, Raúl Rainone, dijo que se espera una fuerte crecida para dentro de 15 días, por lo que el agua llegaría a los 5,65 metros.
«Rosario todavía no ha generado inconvenientes con el pronóstico de crecida, pero se espera que de acá a 15 días haya una altura del río que pueda ocasionar evacuaciones, fundamentalmente en la zona del Mangrullo y otras zonas críticas, pero en el Distrito Sur ya se toman medidas junto con Prefectura», explicó el funcionario.