No hay dudas que la pobre campaña de Newell’s y el magro rendimiento de los refuerzos que llegaron en el último año obligan a replantear estrategias de cara al próximo libro de pases, donde la Lepra necesitará incorporar sin equivocarse tanto ya que por ahora el colchón de puntos alcanza, pero ya no hay lugar para demasiadas equivocaciones.
La salida prematura de Luis Rodríguez, Sebastián Taborda y Gabriel Cichero, sin que nadie recuerde demasiados puntos positivos de sus pasos por el Parque, sumado a otros nombres como Leandro Velázquez, Claudio Bieler o Fabricio Fuentes, quienes seguramente seguirán los mismos pasos en junio, sin tampoco dejar una huelle imborrable, genera que la elección de los jugadores a incorporar no queda tan librado a la “buena de Dios”.
Claro que ni el técnico Javier Torrente, ni el manager Gustavo Dezotti la tendrán fácil. Una vez más la Lepra se ve atado de pies y manos por una situación judicial que no permite disponer libremente del dinero y mucho menos endeudarse sin justificación lógica.
En ese contexto, en el presupuesto para el próximo ejercicio que se pondrá a consideración de lo socios el próximo jueves 12, el dinero destinado a la llegada de refuerzos en el próximo libro de pases asciende a 700 mil dólares, una cifra que si bien es superior a la del año anterior, no permite imaginar que la llegada de refuerzos va a ser un tema sencillo.
Una vez más Gustavo Dezotti tendrá que aplicar el ingenio a la hora de incorporar, corriendo los riesgos lógicos de ir a buscar jugadores con poca plata. Obviamente los errores del último libro de pases obligarán al manager a evitar que esta escasez de recursos no genere que la llegada de refuerzos se parezca más a una “timba” que a una elección consensuada de gente que sin dudas tiene idoneidad para esta tarea.
Evitar un Taborda o un Cichero, y conseguir un Boghossian, sería la premisa básica que deberá manejar Dezotti, aunque los 700 mil dólares disponibles para traer a préstamo a los 4 o 5 refuerzos que solicitará Torrente no parece ser una ecuación que garantice un signo positivo.
Obviamente el presupuesto podría haber sido algo mayor, pero la comisión directiva decidió hacer uso de la opción de compra del 50 por ciento de Cristian Lema por un monto de 400 mil dólares, que se pagarán mitad en julio y mitad en diciembre. Este porcentaje del pase del defensor le pertenece al empresario Jorge Cysterpiller. En tanto se destinarán otros 200 mil dólares para terminar de pagar el pase de Sebastián Peratta (el total fue 600 mil), un compromiso que la dirigencia tenía asumido desde hace un tiempo y tras alguna demora cancelará en este receso.
La situación no es la ideal, mientras la jueza Paula Sansó no convalide la deuda presentada en febrero por el órgano fiduciario (68 millones de pesos), Newells aún no tiene un panorama real de dónde está parado económicamente. Y entonces cada decisión debe tener la venia de la magistrada, que por lógicas razones, no tiene el sí fácil a la hora de liberar fondos.
El dinero no sobra, a los pibes les falta, los refuerzos son necesarios y la gente empieza a reclamar resultados. La tarea de Torrente y Dezotti no será sencilla. Y esta vez hay poco margen de error, aunque casi la misma plata.