El entrenador rosarino y del Inter Miami de Estados Unidos, Gerardo Tata Martino, admitió que le costó no aceptar la oferta de Boca en 2023 para que sea el director técnico que, finalmente, terminó siendo Jorge Almirón.
Tras lo que fue la temprana eliminación de México en fase de grupos de la Copa del Mundo de Qatar, el Consejo de Fútbol de Boca buscaba un reemplazo del entrenador Hugo Ibarra y el ex seleccionador mexicano Gerardo Martino, era el apuntado.
Sobre esta posibilidad que finalmente no se dio, el rosarino declaró: “Lo pensé mucho, esta vez sí. Yo estaba sin trabajo y en un momento cercano a esta posibilidad. Con el paso del tiempo uno va viendo que la que te gusta mucho es como la última. Lo pensé porque las charlas fueron interesantes, obviamente no profundizamos porque ellos necesitaban una respuesta rápida y yo traté de ser lo más rápido posible. Me costó no aceptar”.
“El hecho de dirigir, por más que el recorrido sea muy extenso, siempre te dan las ganas hacerlo en un grande de Argentina como Boca. Siempre tiene su atractivo, lo que pasa que si a lo mejor te agarra con 20 años menos, analizas un poco menos los pro y contra”, agregó el ex director técnico de Newell’s.
Además, Martino expresó lo que hubiese demandado dirigir a Boca: «También la situación personal, de dónde venía y cómo estaba, si al 100 por ciento. No son lugares para trabajar al 99 por ciento porque demanda mucho en los partidos, en la semana, en el adentro, en el afuera y uno tiene que estar con mucha certeza desde todos lados».
Jorge Almirón fue quién terminó siendo el reemplazante de Ibarra en Boca y el rosarino tomó las riendas del Inter Miami de Estados Unidos, equipo en el que actualmente dirige al astro argentino Lionel Messi. En pos de seguir reforzando el gran plantel que estaba armando el club del estado de Florida, Martino confesó que llamó a Marcos Rojo pero el capitán boquense le contestó: “Lo llamé a Rojo y me dijo: ‘Me quedo en Boca’”.