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La conmovedora historia de una madre que después de un mes pudo reencontrarse con su hija

Estaban en Rosario para tratar a una hermana de 4 años, pero la nena murió 3 días antes de la cuarentena. Trasladaron el cuerpo a Misiones pero no llegaron a buscar a la niña de 2 años que había quedado con su tía en San Lorenzo. Este martes pudo viajar gracias a la ayuda de una enfermera

Desde hace más de un mes María Isabel espera volver a abrazar a su hija Dana de 2 años. Ellas son de Posadas, Misiones, y habían viajado a Rosario hace 7 meses para iniciar un tratamiento oncológico para la hermana mayor Bianca. No dio resultado y la nena de 4 años murió en el Hospital Italiano el 17 de marzo. Los padres trasladaron el cuerpo hacia Posadas y dejaron a Dana al cuidado provisorio de sus tías en San Lorenzo. El servicio de sepelio no admitía más acompañantes. Tres días después, el gobierno nacional decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, y María Isabel no pudo regresar a buscarla.

Este martes, gracias a la intervención de una enfermera del Italiano, pudo viajar a Rosario a reencontrarse con su hija. Llegó a las 17 a la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno y 15 minutos después partió con Dana de regreso a Posadas. Las gestiones conjuntas del gobierno de Misiones, de Santa Fe y del municipio de Rosario lo permitieron. Pero antes estuvo el compromiso de María José Torres, una enfermera del hospital Italiano que había cuidado de la niña. Quebró su promesa de no involucrarse con los pacientes y difundió la historia de la familia para tratar de unirla en medio del distanciamiento social por la pandemia.

“Intento no involucrarme con los pacientes cuando dejan el hospital porque no podría seguir trabajando. Pero compartí con ellas mucho tiempo, soy mamá y no pude evitar tratar de ayudarlas. Lo único que quiero es que estén juntas”, dijo Torres a El Ciudadano.

El jueves, una publicación en el estado de Whastapp de María Isabel despertó la atención de la enfermera. “La llamé y ahí me enteré que Dana no estaba con ellos. Llamé a los medios de comunicación para ver si las autoridades podían colaborar con el traslado y por suerte tuvimos mucha repercusión”, contó.

María José Torres trabaja como enfermera en la sala de terapia pediátrica del Italiano desde hace tres años cuando reabrió la maternidad. Allí conoció a María Isabel, a su marido, y a sus dos hijas, Bianca y Dana. Habían llegado en septiembre desde Posadas, derivadas por la obra social, con un diagnóstico erróneo de anorexia nerviosa que resultó ser un tumor en el sistema nervioso central de Bianca. La nena de 4 años permaneció internada en el hospital, mientras su mamá dormía en una pieza de un hotel frente al edificio de Virasoro y Mitre.

Al tiempo, el papá viajó a Rosario con Dana, la hija menor, quien quedó al cuidado de unas tías en San Lorenzo. “Son personas muy humildes pero muy responsables. Bianca era una hija muy querida y estuvieron con ella todo el tiempo”, contó María José, y recordó: “La nena quería dos cosas: ir a comer hamburguesas y ver Frozen 2. En diciembre había tenido una recuperación y fuimos juntas a un local de comida rápida. Hacía mucho calor pero ella estaba contenta. Lamentablemente su salud empezó a empeorar y no pude llevarla al cine”, recordó la enfermera.

Bianca murió el 17 de marzo, tres días antes de la cuarentena. El servicio de sepelio de la obra social cubría el traslado del cuerpo con un solo familiar. Después de largas discusiones, lograron viajar el padre y la madre. Dana quedó con sus tías con la promesa de que volverían a buscarla, pero el aislamiento imposibilitó el regreso y provocó que la distancia fuera aún mayor.

Gracias a la intervención de la enfermera y de las autoridades provinciales, con el apoyo de gobierno nacional, María Isabel pudo viajar a buscarla y reencontrarse esta tarde con su hija después de casi un mes sin verla.

“Tenemos un vínculo diario con los pacientes y la contención que damos es emocional y familiar. Me pone contenta saber que van a estar juntas y bien”, cerró María José.

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