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La consagración de Newell’s en la Copa Ibarguren

Hace 103 años Newell's conquistó su segundo torneo a nivel nacional. Se trató de la Copa Ibarguren, que en su momento de esplendor llegó a ser muy importante. Una muestra de ello es que su vencedor era considerado campeón argentino de la temporada

Por Leonardo Volpe / Especial para El Ciudadano

En 1913, el doctor Carlos Ibarguren, Ministro de Justicia e Instrucción Pública de la Nación, donó una copa que llevaría su nombre con el objetivo de que los campeones de todas las ligas del país afiliadas a la Asociación Argentina de Football compitieran por ella, bajo el título de campeón argentino.

De todas maneras la idea de un torneo que cobijara a todos los campeones nacionales no llegó a concretarse y en su primera edición solamente intervinieron clubes de Buenos Aires, Rosario y Santa Fe.

Los primeros equipos en disputar la flamante Copa Ibarguren fueron Racing Club, ganador del torneo de la Asociación Argentina de Football; Newell’s Old Boys, campeón de la Liga Rosarina de Football; y Colón, triunfador del torneo santafesino.

Según el reglamento establecido, inicialmente se enfrentarían los dos equipos de la Provincia de Santa Fe y el ganador de este partido se mediría en la final con el representante de la Asociación Argentina. Además, se estipuló que el encuentro decisivo se jugaría siempre en Buenos Aires.

En la semifinal efectuada en el Parque de la Independencia el domingo 29 de marzo de 1914 Newell’s goleó a Colón por 8 a 0. Mientras que en la final el equipo rosarino cayó vencido frente a Racing por 3 a 1. En ese entonces el elenco racinguista tenía grandes exponentes, como Francisco Olazar, Alberto Marcovecchio, Alberto Ohaco Juan Hospital y Juan Nelusco Perinetti. Asimismo, en 1913 (torneo que le valió el derecho a disputar la primera edición de la Copa Ibarguren) conquistó el primero de siete títulos que consiguió de manera consecutiva en el torneo de Primera División.

A partir de la edición de 1914 y sucesivamente hasta la correspondiente a 1925, la disputaron solamente los vencedores de los torneos de la Asociación Argentina de Football y la Liga Rosarina de Football. Durante ese período el certamen llegó a contar con cierto prestigio, tan es así que el ganador del trofeo era considerado campeón argentino de la temporada. Incluso en varios periódicos de la época se lo puede encontrar también mencionado como Campeonato Argentino y en ocasiones como Copa Argentina.

Posteriormente, ya en la era profesional, en 1937 volvió a jugarse. Fue después de un largo impasse, sin contar con el esplendor que supo tener en sus comienzos. La siguieron disputando los vencedores de Buenos Aires (el campeón de Primera División de AFA) ante el vencedor del Campeonato Gobernador Molinas de la Asociación Rosarina de Fútbol. En el 37 River Plate fue el campeón y en 1938 el galardón le correspondió a Independiente. Ambos vencieron a Rosario Central, por 5 a 0 y 5 a 3, respectivamente. Más tarde en 1939, el Rojo volvió a quedarse con el título, al derrotar por 5 a 0 a Central Córdoba, campeón del Torneo del Litoral. Dicho certamen se jugó con equipos de Rosario, Santa Fe y Paraná, en reemplazo del Molinas. La Asociación Rosarina de Fútbol lo organizó para suplir la ida de Newell’s y Central a AFA, ya que en lo sucesivo solo intervinieron en el torneo rosarino con equipos de reserva (luego denominado primera local).

A partir de la edición de 1940 la Copa Ibarguren cayó en su nivel, debido a que el representante rosarino era en realidad el equipo de la primera local, ya que Newell’s y Rosario Central intervenían como equipos directamente afiliados a la Asociación del Fútbol Argentino. En el 40 el campeón fue Boca (venció a Rosario Central por 5 a 1) y en 1941 River Plate doblegó a Newell’s por 3 a 0. Luego desde 1941 hasta 1958, de manera discontinuada, la copa fue disputada por el campeón de AFA y el vencedor de la Copa Presidente de la Nación, jugada por combinados de Buenos Aires y las ligas del interior.

La edición de 1921 que se adjudicó Newell’s

En la edición de 1921, Newell’s Old Boys se coronó campeón argentino después de una contundente victoria sobre Huracán. Este enfrentamiento se produjo gracias a que el cuadro rojinegro había obtenido el título de campeón rosarino de 1921, lo que le otorgó el derecho de disputar la Copa Ibarguren correspondiente a ese año.

Por cuestiones de calendario la final se jugó recién en enero del siguiente año. El partido decisivo se llevó a cabo la calurosa tarde del domingo 29 de enero de 1922 en el estadio de Boca Juniors. El reducto xeneize, ubicado en ese entonces entre las calles Ministro Brin y Pérez Galdós, presentó un excelente marco ese día.

El árbitro del partido fue el porteño Jerónimo Repossi, de destacada trayectoria en los campeonatos de la era amateur. Newell’s alineó a Bernardino Nuin; Isidoro Bourguignon y Adolfo Celli; Alfredo Chabrolín, Filedolfo Salcedo y Alfonso Grenón; Julio Libonatti, Humberto Libonatti, Atilio Badalini, Blas Saruppo y Ernesto Celli. Por su parte, Huracán alistó a Ernesto Kiessel; E. Baldinelli y Enrique Monti; Miguel Fontana, Ramón Vázquez y Luis Monti; Miguel Ginevra, José Laguna, Ángel Chiessa, Guillermo Dannaher y Julián Carreras.

A las 16.15 horas salió Newell’s al campo de juego, siendo aplaudido por el público e inmediatamente después saltó al terreno el Globito. Es preciso agregar que el compromiso dio inicio a las cuatro y veinte de la tarde y según el diario

Crónica de Rosario, que envío un cronista especial para la ocasión, el estadio contó con una gran concurrencia de personas. Asimismo, también allí se publicó que tras algunas aproximaciones de Huracán en el comienzo del partido, Newell’s se afianzó rápidamente en la cancha, siendo el dominador del cotejo.

La figura destacada del encuentro fue Atilio Badalini, quien anotó dos goles. El primero de los a los 25’ y el segundo seis minutos después. Luego, antes del final del primer tiempo, Julio Libonatti marcó el tercer gol a los 44’.

En el segundo tiempo, el conjunto quemero pudo haber descontado, ya que los 25’ el árbitro Repossi le otorgó un penal, por una mano dentro del área del zaguero Adolfo Celli. El encargado de ejecutarlo fue el experimentado delantero José Laguna, cuyo remate fue detenido por el arquero Bernardino Nuin (que además de atajar penales, también los convertía, ya que tiene varios tantos señalados por esa vía en la historia rojinegra durante el amateurismo). Luego de esa jugada, Newell’s mantuvo su ventaja sin experimentar demasiados sobresaltos, lo que le permitió obtener una victoria holgada y merecida según manifestaron los medios gráficos de la época.

Este triunfo desencadenó una gran celebración entre los hinchas de Newell’s, quienes festejaron fervorosamente la conquista del prestigioso trofeo.

Los otros campeones de Rosario

Previamente Rosario Central se adjudicó la edición correspondiente a 1915 al vencer a Racing Club por 3 a 1 en el cotejo desempate. El citado partido se jugó el 30 de abril 1916 en la cancha de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, cita en Palermo. Los goles del conjunto auriazul fueron señalados por José Laiolo en dos oportunidades y Alfredo Woodward. En tanto que Nicolás Vivaldo marcó la única conquista de La Academia de Avellaneda. Es preciso indicar que anteriormente el 26 de marzo habían empatado 0 a 0 en el estadio de Independiente.

Por su parte Tiro Federal se hizo acreedor de la edición de 1920, en la cual sorpresivamente venció a Boca Juniors.

En un principio el elenco xeneize se había impuesto por 2 a 1, pero el cotejo fue anulado por una inclusión indebida por parte de Boca del arquero Américo Tesoriere y de los jugadores Marcelino Martínez y Felipe Galíndez. Dicho encuentro se disputó el 29 de junio de 1921 en la cancha de Sportivo Barracas.

Varios meses después, más precisamente el 5 de febrero de 1922 se volvió a jugar la final, que tuvo como vencedor al cuadro tirolense, que contra todo

pronóstico se impuso por un contundente 4 a 0 con tantos Gerardo Waelkens, dos de José Podestá y la restante conquista de Juan Cochrane de penal.

Una curiosidad para ser marcada es que a pesar de haber correspondido a la edición de 1920, la final entre xeneizes y tirolenses se jugó solo una semana después del triunfo de Newell’s sobre Huracán (que estadísticamente perteneció a la edición del año siguiente).