El director Ejecutivo y Técnico de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), Raúl Kulichevsky, destacó este lunes que la «constelación» de dos satélites de observación con microondas que Argentina tendrá a partir del lanzamiento del segundo Saocom -el 1B- «nos posiciona en un lote de países cabecera no sólo en la región» sino a nivel mundial.
«Ningún otro país u organización de países de la región tiene una constelación parecida a la del Saocom y son contadas con los dedos de la mano los que tienen satélites similares a nivel mundial: hoy sólo Japón y la Agencia Espacial Europea», dijo a Télam en comunicación telefónica desde Estados Unidos donde se encuentra desde hace dos semanas para participar del lanzamiento previsto entre el 25 y el 30 de julio.
Kulichevsky explicó que «además del hecho de ser una constelación», es decir de funcionar los dos artefactos como un sistema único, «lo que hace muy particular al Saocom es su instrumento radar que opera en banda L, que requieren una antena grande y una complejidad técnica muy importante».
«Son muy pocos los países que tienen satélites con instrumento de radar y menos lo que tienen en banda L, por eso la constelación Saocom nos posiciona en un lote de cabecera no solo en la región», afirmó.
La campaña de lanzamiento en curso para el satélite Saocom 1B, que había sido pospuesta en marzo pasado, se alista desde las instalaciones de la empresa estadounidense SpaceX en Cabo Cañaveral, que provee el vehículo lanzador y donde la delegación argentina pudo ingresar recién el pasado 13 de julio, tras cumplir una cuarentena preventiva de nueve días y pasar dos pruebas de detección de coronavirus.
El satélite de observación Saocom 1B, junto con el Saocom 1A lanzado en 2018, conforman la Misión Saocom y ambos fueron desarrollados y fabricados en el país por la Conae junto con la empresa Invap, la firma pública Veng, la Comisión Nacional de Energía Atómica y el laboratorio Gema de la Universidad Nacional de La Plata, entre otras 80 empresas de tecnología e instituciones del sistema científico tecnológico del país.
Junto a Kulichevsky viajaron a Estados Unidos otros cinco profesionales de la Conae más el representante de la Gerencia General de Invap, Guillermo Benito, y 11 profesionales de esta empresa para realizar los ensayos y pruebas del satélite previas así como controlar su lanzamiento.
Otros 25 profesionales participan desde Argentina en la campaña, distribuidos en las provincias de Córdoba y Río Negro y ciudad de Buenos Aires.
«Y recién el miércoles pasado encendimos por primera vez el satélite, que funcionó perfecto y sin el más mínimo inconveniente; lo que nos dio un poco de alivio, porque uno tiene siempre dudas de cómo estará», dijo.
En tanto, los próximos dos días estarán dedicados a la «operación de integración» con el vehículo lanzador que lo dejará orbitando a 620 kilómetros de la superficie de la tierra.
Respecto al lanzamiento, «todavía no se sabe fecha exacta» porque depende que de que el lanzador Falcon 9 «esté listo», del cronograma de lanzamientos de la base aérea y de «la autorización de sus autoridades» que siempre se expiden «unas horas antes» de la eyección.
Este ingeniero aeronáutico que encabeza la Conae desde junio de 2018, contó que ya se completó con éxito un primer ensayo de lanzamiento simulado por computadora para ejercitar la configuración remota y las comunicaciones en todos los pasos del procedimiento de cuenta regresiva en tiempo real.
Y «entre este miércoles y jueves» habrá un segundo ensayo de procedimiento, que implica «volver a hacer lo mismo» pero esta vez «incluyendo al lanzador y al satélite real» para «verificar que cada caja de electrónica esté funcionando bien».
El especialista explicó que «lo que hace muy particular al Saocom es su instrumento radar que opera en banda (electromagnética) L», lo que permite «obtener información no sólo sobre la superficie de la tierra sino hasta un metro por debajo ella».
Inversión de 600 millones de dólares
El funcionario explicó que la decisión de desarrollar la «Misión Saocom» -que implicó una inversión de «aproximadamente 600 millones de dólares»- se tomó a partir de «la interacción con los sistemas económicos, productivos y ambientales del país» y sus necesidades, «que además tiene que alinearse con las políticas prioritarias» definidas por el gobierno nacional.
Kulichevsky destacó que el proyecto «fue pensado para ofrecer soluciones a problemáticas locales no satisfechas con información de otros satélites», a partir de requerimientos realizados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y el Instituto Nacional del Agua (INA) para atender necesidades de «los sectores productivos y de la gestión de emergencias».
En particular, los Saocom fueron especialmente diseñados para detectar la humedad del suelo y obtener información de la superficie terrestre en cualquier condición meteorológica u hora del día.
Y si bien éste ya tuvo bajo su responsabilidad el lanzamiento de un satélite como titular de la Conae en octubre de 2018, «siento como si fuera la primera vez» porque «es un evento extraordinario e inolvidable en la vida de uno».
«Son momentos de mucha ansiedad y mucha expectativa por ver que salga todo bien, porque son muchos los años de trabajo que se resumen en ese momento del lanzamiento», concluyó.