Este jueves 28, en el inicio de Semana Santa, la Cooperativa de Trabajo Algodonera Santa Fe informó a varios de sus trabajadores que quedaban cesantes. El nuevo presidente de la entidad, Franciso Hilguero, quien recién había asumido en el cargo tres días antes, el lunes 25, justificó la decisión en la compleja situación que atraviesa el emprendimiento, que se agravó desde diciembre del año pasado, cuando debieron frenar la producción de hilo de algodón. «Teníamos un respaldo económico que lo tratamos de sustentar a medias a los compañeros, pero llegó una situación donde no pudimos recuperar porque justo la empresa que les proveíamos en Buenos Aires cierra prácticamente… Están cayendo de a pedazos todas las pymes en nuestro país y nos perjudica enormemente porque somos bastante débiles en el mercado. Nos tocó esto, que hoy le dimos a conocer a los compañeros la situación para poder recuperar de vuelta la empresa», confirmó Hilguero al portal local Reconquista Hoy.
La Cooperativa atraviesa el peor escenario desde que surgió, cuando acaba de cumplir este mes 7 años de existencia. Se formalizó en marzo de 2017 cuando se constituyó como empresa recuperada, con 123 trabajadores, tras la quiebra de de la sociedad anónima que se había endeudado a nivels superlativos desd 2014. Ahora cuenta con 116 socios y su principal fuente es el hilo de algodón puro y mezcla, pero también son proveedores de tela de algodón puro y mezclas, como el jersey y la frisa, y confeccionan y venden todo tipo de indumentaria para adultos, niños y bebés, inclusive uniformes escolares, de Policía, del sistema de salud, entre otros.
Por la caída en ventas el pasado sábado 22 de marzo la Cooperativa concretó un remate de prendas directamente al público en $500.
Pero su fuente principal es el abastecimiento a la industria textil con una producción de 1.200 toneladas de hilo al año, que debió interrumpir por problemas de mercado en Buenos Aires, según marcó el portal Reconquista Hoy. Ahora como 2017, la estrategia es «cuidar la planta», continuando sólo con la «boca de venta» de prendas, hasta retomar la producción otra vez.
«A los compañeros se los sustentó bastante tiempo y ahora tomamos la decisión de mantener lo que hace al costo, que es la energía y algunas partes sociales de los compañeros para que no pierdan su obra social y esas cosas, por un tiempo. Hicimos una estrategia entre todos, con el sufrimiento de los compañeros que quedaron prácticamente sin trabajo. Tenemos que cuidar la planta por cuestiones judiciales y ver hasta cuando despegamos y encontramos una salida de vuelta, no creo que pase mucho tiempo. Pronto estaremos funcionando con todo optimismo», dijo el nuevo presidente.
De 116 trabajadoras y trabajadores precisó que sólo 40 quedan a la guardia de la empresa; los 75 restantes, los más jóvenes, no cobrarán hasta que vuelva a funcionar la fábrica.
Según lo informado, venían cobrando $14.500 por semana hasta que se agotó el dinero de reserva. «Sí, es una miseria. En el sistema cooperativo de empresas recuperadas, si vos no producís y no generas dinero, se acaba el excedente», concluyó Hilguero.