El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil investigará al ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva y a otros 65 dirigentes de tres fuerzas políticas diferentes, entre ellos el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) del mandatario Michel Temer, por el escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
La decisión del tribunal, equivalente a nuestra Corte Suprema, fue tomada por el juez Teori Zavascki, quien decidió dividir en cuatro la investigación principal de la operación Lava Jato para determinar si hubo desvío de fondos en la empresa estatal con el objetivo de abastecer el sistema de partidos que integraron la alianza oficialista del gobierno de Lula (2003-11).
La nueva investigación fue sugerida por el fiscal general de la República, Rodrigo Janot, e incluye a figuras como el presidente del Senado, Renán Calheiros, y el senador Romero Jucá, presidente del PMDB.
Al aceptar el pedido del fiscal, Zavascki aumentó de 38 personas a 66 las que serán investigadas en cuatro capítulos separados: el Partido de los Trabajadores (PT) con 12 investigados, el Partido Progresista (PP) con 30, el PMDB en el Senado con nueve y el PMDB en Diputados con nueve.
El fiscal general dice en el pedido de investigación que políticos de los tres partidos «usaron las fuerzas políticas para perpetrar prácticas espurias» en el caso del desvío ilegal de fondos multimillonarios de Petrobras.
Es la cuarta causa abierta contra Lula, quien denuncia una persecución en su contra: además, tiene otras dos en la justicia de Brasilia por obstrucción de investigacioes y otra por una propiedad que la fiscalía le atribuye, que está a cargo del juez Sérgio Moro, al frente del caso Petrobras en la primera instancia.