El río Paraná continúa con su crecida sin pausa y ayer llegó a los cinco metros, marca que indica el comienzo del alerta en el puerto local. Es por esto que Prefectura Naval Rosario y la Dirección de Defensa Civil están trabajando en conjunto patrullando ambas márgenes –especialmente la zona de islas– para evaluar la situación ambiental de sus pobladores. También se está monitoreando de manera permanente la zona de El Mangrullo, uno de los puntos vulnerables de la costa rosarina frente a esta situación. Las constantes lluvias en la zona de Brasil vienen provocando una suba sostenida en el gigantesco curso de agua y se espera que en los próximos diez días el nivel se incremente unos quince centímetros más, quedando muy cerca de los 5,30 metros, medida a partir de la cual se comienzan a establecer tareas de evacuación.
El prefecto principal Claudio Mazziota informó a este diario que “por el momento no se han registrado evacuados ni autoevacuados, pero la situación exige un control permanente”. “La crecida se viene dando en forma gradual, tal como estaba previsto. Hasta dónde va a llegar lo desconocemos porque es difícil determinar el comportamiento del río en un futuro a mediano plazo. Todo depende de cuánto siga lloviendo en Brasil y en la zona del noreste”, indicó.
Frente a esta situación, los vecinos de El Mangrullo vienen tomando las precauciones necesarias para que el agua no se ensañe con sus hogares y pertenencias mediante la colocación de bolsas de arena como barrera artificial. Una recorrida por ese sector de la ciudad permite ver que el anegamiento ya se está produciendo, más que nada por el incremento del nivel de las napas subterráneas, lo que viene provocando el ingreso de agua en las viviendas.
“Hemos realizado un relevamiento que determinó que hay unas 160 personas que habitan las riberas de Rosario y de Entre Ríos. Si el río crece estas personas están en riesgo de evacuación. Es por eso que hemos decidido que entre el jueves y el viernes próximos vamos a realizar visitas sanitarias a los habitantes a fin de brindarles medicamentos, alimentos y ropa”, destacó el prefecto.
Otras zonas que sufrieron un brusco cambio en su fisonomía son las playas de la ciudad y en las islas. “Queda muy poca superficie de arena, tanto en La Florida como en la Rambla Catalunya. Lo mismo pasa en los paradores de las islas. El agua viene avanzando de tal manera que deja muy poco espacio para el esparcimiento de los bañistas”, destacó Mazziota.
Por su parte, el subsecretario de Protección Civil de Santa Fe, Marcos Escajadillo, informó que “las juntas comunales de toda la provincia están controlando la situación en cada una de las zonas de riesgo”.
Evacuados en Villa
En tanto, en la vecina localidad de Villa Constitución se produjeron algunas evacuaciones, según informó ayer su intendente, Horacio Vaquié. “De la Nación se han comprometido a enviarnos diez módulos, compuestos por una pieza, cocina y baño, ya que a esa gente habrá que reubicarla porque la barranca (sobre la cual están asentadas sus precarias viviendas) se va desgranando”, dijo el funcionario.
Otros lugares comprometidos por la crecida del Paraná son los puertos bonaerenses de Ramallo, donde el nivel llegaba hoy a 3,78 metros, creciendo (su plan de evacuación es de 3,50 a 4 metros), y Baradero, donde también se declaró el estado de alerta con 2,80 metros.
De acuerdo con el informe del servicio del servicio de Hidrometría de Vías Navegables (HVN), el Paraná está creciendo prácticamente en todo su curso, es decir desde Puerto Iguazú, en la provincia de Misiones, donde el nivel se mantenía estacionado en 23,80 metros, hacia su desembocadura.
En el puerto de Corrientes, el nivel llegaba a 6,47 metros creciendo; en Barranqueras (Chaco), 6,44 metros, estacionado; en Empedrado, 5,70 metros estacionado; en Bella Vista, 5,76 creciendo, y en Paraná, 5,05 metros, también en suba. En San Nicolás el agua llegaba a 4,03 metros, es decir a 17 centímetros del plan de evacuación, y en San Pedro a 3 metros, lejos del mismo plan, que se fija a partir de los 3,40 metros.
Emergencia
Finalizando, cabe recordar que el gobierno provincial declaró la emergencia hídrica en el territorio provincial a raíz de las intensas lluvias producidas y el aumento en el caudal del río Paraná, para posibilitar una rápida intervención en los municipios y comunas que lo necesiten. Esta medida se basa en los informes de Situación Hidrológica de la Cuenca del Plata del Instituto Nacional de Agua (INA) y en el mensaje de Situación Meteorológica que prevé “condiciones de inestabilidad con probables lluvias” en la región, y busca atender la solicitud de asistencia de aquellas comunas que ya han declarado la emergencia hídrica.
En sus considerandos el decreto señala que “desde hace varios años no se produce un repunte del río Paraná”, por lo cual “existen en la zona de islas y en el valle de inundación numerosas familias que deberán ser evacuadas y asistidas” si el aumento del caudal del río persiste como se prevé.