La Federación Universitaria de Rosario (FUR) advierte un aumento en la cantidad de consultas sobre becas y medidas de contención integral para los estudiantes, y a su vez, de un alto nivel de abandono de materias en las carreras con mayor cantidad de cátedras en un mismo año. Si bien no hay todavía cifras finales, los relevamientos realizados por la FUR muestran que “mínimo la mitad de las y los estudiantes trabaja o hace una changa». Hay carreras, como enfermería y trabajo social, donde la crisis impactó con índices de deserción muy fuertes. Así mismo, “el programa de becas queda corto” tras los embates constantes de la inflación.
Los integrantes de la FUR revelaron a El Ciudadano que “la virtualidad ha hecho que muchos de los y las estudiantes se queden en sus pueblos, pero no por eso que abandonen las materias”, pero se muestran alerta ante lo que pueda suceder con el regreso a la presencialidad, en el marco de la dificultad para acceder a un trabajo formal que permita sostener la residencia de aquellos estudiantes que viajen desde otras localidades. “El 45%, 55% de los estudiantes que no es de Rosario y que antes alquilaba, o rescindió el contrato o no buscó una nueva locación”, indicaron.
Si bien en la provincia existe el boleto educativo gratuito tanto para docentes como para estudiantes y hay distintos programas de inserción y capacitación laboral, los costos de vida y de la vivienda en el país en general y en Rosario en particular, sumado a la situación del trabajo joven, hacen que la decisión de una estadía en la ciudad para sostener los estudios sea muy dura para cualquiera.
Los jóvenes menores de 30 años representan la mitad de la masa desocupada del país. La tasa de desocupación en Argentina bajó del 10,4% en el primer trimestre del 2020 a los 10,2% en el mismo período de este año, pero al desagregar quiénes componen esa población, se descubre que los recién ingresados al mercado laboral o a la búsqueda de su primer empleo no han dejado de ser los más perjudicados desde hace varios años. Desde el Estado nacional y provincial han presentado diferentes propuestas para sanear lo que parece ser una dificultad endémica, como la generación del empleo en los jóvenes.
El informe del mercado de trabajo del INDEC correspondiente al primer trimestre de este año muestra que una de cada dos personas ocupadas trabajan menos de 35 horas semanales y están dispuestos a trabajar más horas, un tercio del total es no asalariado (no tiene un salario fijo) y el 86,5% es cuentapropista. Ahora bien, al mirar la tasa de desocupación, un cuarto de esa población son mujeres menores de 30 años, mientras que otro cuarto son varones de la misma edad. En total, el 49,4% de las personas desocupadas registradas nacieron en la década de los ‘90 y tres de cada cuatro de ellas ya habían tenido una ocupación anterior. La pobreza también azota con profundidad a este sector etario: el 49,2% de las personas entre 15 y 30 años no llegan a cubrir la canasta básica, cosa que se suma a la dificultad de conseguir un empleo formal.
La edad y el género son elementos que también hacen la diferencia al hablar de la falta de trabajo: el 39% de las personas que están en capacidad de trabajar son mujeres jóvenes, pero representan menos de un tercio de las mujeres que tienen trabajo y el 24,9% de ellas está desempleada. Por otro lado, los hombres jóvenes representan el 44,6% de los hombres activos, mientras que la desocupación entre los varones de entre 14 a 29 años es tres veces más grande que en los mayores de 30 años.
Las regiones más afectadas por la desocupación son Córdoba, Tucumán, Ushuaia, Gran Buenos Aires y Rosario. En nuestra ciudad, las cifras hablan por sí solas: la desocupación toca tangencialmente los 11 puntos porcentuales. Son 71 mil personas que buscan trabajo en la ciudad, mientras que la mitad de ellos está buscando un trabajo desde hace más de 6 meses.
Mujeres jóvenes
Los diferentes Estados han presentado en las últimas semanas diferentes programas de inserción laboral, con el ojo puesto en el sector más golpeado por la crisis: los jóvenes menores de 30 años.
Desde el Estado nacional, han dado fuerza a “Te Sumo”, que lo que hace es capacitar a jóvenes de entre 18 y 24 años con el secundario completo, orientado a PyMES, para posibilitar la contratación. Como contraparte, para aquellas personas con el secundario sin terminar, existe desde el 2011 el programa “Jóvenes con Más y Mejor Trabajo”, que tiene las mismas condiciones y prestaciones. En la gestión provincial, fue presentado el pasado 12 de agosto, cuyo público objetivo son santafecinos de entre 18 y 30 años, conformando un rol de mediador entre quienes se anoten y no tengan experiencias formales de trabajo (sin distinción de si terminaron o no la escuela secundaria), con el objetivo de conformar una bolsa de trabajo pública desde donde las empresas puedan elegir a los postulantes, la empresa recibirá una ayuda económica y un reintegro, durante los primeros 6 meses en caso de contratación efectiva, del 85% del salario mínimo vital y móvil, teniendo el empleador que pagar lo restante para completar el convenio colectivo de trabajo que corresponda al sector.
La directora de Capacitación y Formación Laboral provincial, Valeria March advierte que desde que comenzaron las primeras capacitaciones laborales y en oficios desde el Ministerio de Trabajo, “se encontraron con un gran porcentaje de mujeres. En los primeros encuentros que eran virtuales vos podías ver madres desde el celular, con los hijos rondando alrededor. Hubo un sacrificio muy importante”. La funcionaria habla de que entre el 40 y el 43 por ciento de los asistentes en las capacitaciones fueron mujeres, llegando a realizar 370 cursos desde julio del año pasado hasta este año, con más de 11.200 beneficiarios a través del programa Santa Fe Capacita, apuntado a personas mayores de 16 años para capacitar, entre otras cosas, en oficios culturales y de rápida salida laboral. “Se presentaron más de 100 proyectos en toda la provincia” cuenta March. “Hicimos la difusión y en media hora se terminaron los cupos”, demostrando así la necesidad de insertarse en el mercado laboral por parte de la población más joven, y específicamente de las mujeres.
Carlos Ghioldi, Secretario Gremial CTA de los Trabajadores Rosario alega que los programas que se están llevando adelante “son interesantes. Está bien todo tipo de ayuda que se busque hacer” en el contexto de una crisis que, según él, tiene que ver con la suma de “la pandemia y las políticas recesivas aplicadas por el gobierno de Mauricio Macri”, lo cual trajo un aumento de la precarización y la desaparición de muchas actividades informales. En contraposición, el secretario general de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa Regional Santa Fe (APYME), Juan José Sisca, dijo que hay gran interés desde el sector, que es el principal generador de puestos de trabajo en el país, y que ven con buenos ojos estos programas, ya que desde su mirada, es necesario la activación productiva y del trabajo para superar la crisis.