Las familias y empresas españolas que se declararon en concurso de acreedores (suspensión de pagos y quiebras) ante la imposibilidad de afrontar sus pagos y deudas ascendieron a 2.272 en el segundo trimestre del año, cifra 28,6 por ciento superior a la del mismo período de 2011 y la más alta desde el inicio de la crisis.
En toda la serie histórica, iniciada en 2004, nunca se había registrado un número tan elevado de deudores concursados, indicó la agencia de noticias Europa Press.
Las empresas en concurso aumentaron 36,2 por ciento en el segundo trimestre, hasta las 2.026, mientras que las familias concursadas cayeron 12,1 por ciento, hasta sumar 246 procedimientos, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados ayer.
En comparación con el primer trimestre del año, el número de deudores concursados aumentó 2,2 por ciento entre abril y junio, con un crecimiento del 3,5 por ciento de las empresas declaradas en quiebra, y un descenso del 7,5 por ciento en las familias que entraron en concurso de acreedores.
Del total de concursos registrados en el segundo trimestre, 2.111 fueron voluntarios, 27,1 por ciento más que el mismo trimestre de 2011, y 161 necesarios, 51,9 por ciento más. Atendiendo a la clase de procedimiento, los abreviados aumentaron 7,3 por ciento en tasa interanual, mientras que los ordinarios se dispararon 270,6 por ciento.
De los 2.272 deudores concursados en el segundo trimestre, 2.026 fueron empresas (personas físicas con actividad empresarial y personas jurídicas).
El 30,8 por ciento de las empresas declaradas en concurso en el segundo trimestre tenían como actividad principal la construcción y la promoción inmobiliaria, con 625 empresas en concurso.
Por detrás de la construcción se situaron la industria y la energía, sector que aglutinó el 18,3 por ciento de las empresas concursadas en el segundo trimestre (371 procedimientos), y el comercio, con el 17,4 por ciento de concursos (352 procedimientos).