De regreso. A 28 años de la decisión de salir y formar una nueva central obrera para enfrentar despidos, suba de la edad jubilatoria, privatización del sistema previsional y de las empresas públicas, flexibilización laboral y más políticas del recetario neoliberal aplicado por el entonces presidente Carlos Menem –con complacencia de pesos pesado del sindicalismo– la Central de Trabajadores Argentinos aprobó retornar a la Confederación General del Trabajo.
“Por unanimidad, la CTA se encamina hacia la unidad de la clase trabajadora con la CGT”, sintetizó el titular de la central obrera, Hugo Yasky, tras la votación del plenario nacional en el estadio de Lanús. “¡Y ya lo ve, y ya lo ve, hay una sola CGT!”, respondieron con estruendo los delegados.
La votación se produjo frente al candidato presidencial Alberto Fernández, quien celebró también otras dos votaciones: el respaldo a la fórmula Fernández-Fernández y “el mandato para participar del diálogo de la concertación social”, en un eventual gobierno del Frente de Todos a partir del 10 de diciembre.
Yasky destacó los cuatro años de movilización popular durante la gestión Cambiemos y mencionó a los dirigentes que confluyeron en esa resistencia, entre ellos el ex jefe de la CTA Autónoma Pablo Michelli; el camionero y líder del Frente Sindical para el Modelo Nacional, Hugo Moyano; el bancario y titular de la Corriente Federal de Trabajadores, Sergio Palazzo, y el jefe de los Canillitas, Omar Plaini: “Con quien alguna vez soñamos que la unidad era posible”, destacó.
Precisamente esa plana mayor aplaudía a sus espaldas, donde también estaban sentados Alberto Fernández, el diputado Máximo Kirchner, las candidatas a vicegobernadora bonaerense, Verónica Magario, y a vicejefa del gobierno porteño, Gisela Marziotta, entre otros.
“Hace falta unidad para poder ganar la elección que viene, pero hace falta mucha más unidad para poder gobernar un país que va a quedar destruido, endeudado, empobrecido y con desempleo”, alertó Yasky. Pero también sostuvo que lo que hizo posible que “el pueblo argentino tenga una nueva oportunidad”, fue la presencia de los movimientos sociales y gremiales en las calles durante los años del macrismo y también “la capacidad de construir unidad cuando fue intervenido el Partido Justicialista”.
“Recuperamos el PJ porque no es una casa abandonada sino un instrumento que le permitió a nuestro pueblo mantener la esperanza”, dijo, y mencionó especialmete a la candidata a vicepresidenta Cristina Kirchner: “Fuimos capaces de construir unidad porque hubo una mujer que vino a la mesa de acción política del PJ”.
El docente también aclaró, antes, que la decisión es regresar al seno de la CGT “para fortalecer la unidad del movimiento obrero en una única central” pero eso no significa “la inmediata desaparición de la CTA”, sino “el comienzo de un sinuoso camino hacia la unidad”.
