En una agitada jornada repleta de diálogos con especialistas, funcionarios y gobernadores, y con una demora de varias horas con respecto al tiempo de inicio anunciado previamente, el presidente Alberto Fernández anunció este sábado a la anoche la extensión hasta el 10 de mayo de la cuarentena, sin cambios para los centros urbanos de más de 500 mil habitantes, pero con posibles aperturas para el resto. Para las otras comunidades, que cumplan con los requisitos fijados por Nación, serán los gobernadores y gobernadoras los que tomen decisiones de abrir o no determinadas actividades. Eso dependerá de que el tiempo de duplicación de casos confirmados sea inferior a quince días, de que el sistema de salud tenga capacidad adecuada para dar respuesta, de la evaluación positiva de las autoridades sanitarias, de que el porcentaje de la población exceptuada no supere el 50% de la población, y de que no haya transmisión local del virus. Según los números del presidente, el porcentaje de personas que estará en actividad pasará del 25 al 50%, en lo que llamó “la tercera etapa” del aislamiento. El otro dato importante es que habrá permiso para movilizarse en un radio de 500 metros del domicilio, para los niños junto a sus padres, y para los adolescentes solos.
En el principio de su discurso, el presidente dio las gracias a todos los argentinos por el esfuerzo realizado para cumplir con el aislamiento, valoró los logros alcanzados pero también reconoció que “la pandemia genera conflictos económicos”.
“Nuestra mayor preocupación es que la economía vuelva a recuperar su actividad tan pronto se pueda”, dijo y anunció que habrá “un plan para enfrentar la pandemia desde el punto de vista económico”.
El presidente dijo que “la duplicación de los contagios pasó de 10,3 días a 17 días” y puntualizó que se logró “el objetivo de que el contagio fuera más lento para poder prepararnos para el momento más difícil “. Entre los logros de haber achatado la curva de contagios y muertes, Fernández destacó que permitió la compra de 700 respiradores y 200 ecógrafos, y la habilitación de 11.518 camas, además de 12 hospitales modulares y otros 4.000 millones de pesos derivados a las provincias.
Los gobernadores deciden
Fernández dijo que en este “tercera etapa” se deja “en manos de las autoridades provinciales el manejo de las actividades que se pueden abrir o mantener cerradas”.
En centros urbanos de más de 500 mil habitantes, todo sigue igual, como por ejemplo en el Gran Rosario, pero en ciudades de “menos de 500 mil habitantes pueden empezar a ser exceptuados, siempre en mano de las autoridades provinciales”. Santa Fe está entre los distritos señalados por el presidente como para “prestarle singular atención”.
“La autoridad debe habilitar con los protocoles adecuados, si los números se desbordan la Nación puede dar marcha atrás con la decisión provincial”, aclaró el presidente.
También dijo que “vamos a seguir sin clases, sin actividad de la administración pública, sin restaurantes, sin hoteles, sin espectáculos”.
Actividad recreativa
“Vamos a permitir que se pueda salir durante una hora en un radio de 500 metros para realizar una actividad recreativa, los niños pueden salir acompañados por su padre y los adolescentes solos”, aclaró el presidente, y llamó a la responsabilidad de los ciudadanos para salir con barbijo y todas las normas de prevención utilizadas hasta el momento.
El presidente adelantó que después de esta tercera etapa del aislamiento social y preventivo habrá otras dos, pero no dio detalles. “Todo depende de nosotros”, dijo en el final de su discurso.
Otras medidas
Las fronteras seguirán cerradas para el ingreso de extranjeros. El ingreso de los residentes continuará en los términos que sean compatibles con el control sanitario.
El transporte de pasajeros aéreo de cabotaje e internacional, terrestre interurbano, entre jurisdicciones e internacional continúan sin autorización para funcionar.
El Jefe de Gabinete de Ministros podrá disponer el cese de las excepciones que incumplan con los criterios epidemiológicos/sanitarios.
Las y los trabajadores mayores de sesenta años, embarazadas o personas incluidas en los grupos en riesgo (definidos por el Ministerio de Salud) están dispensados de concurrir a sus puestos de trabajo.