Si se propusieran etiquetas para descubrir, como en un juego de pistas, el hondo sentido de este texto, algunas de las mismas podrían ser: desafío, consolidación, planificación, visibilidad, despertar, calidad, eclecticismo, generosidad, gratuidad, estudiantes, músicos consagrados, nuevas generaciones. Y, seguramente, con un poco de ayuda, ya se estaría cerca de adivinar cuál es el tema central de este artículo.
Para aportar datos, se trata de una institución que tiene una juventud que se percibe a flor de piel, pero pasa sus días en un cuerpo longevo, que posee un espíritu fresco y vital y se alimenta del hambre por explorar nuevas formas de entender el mundo. También, que su materia prima es la cultura, materializada en expresiones artísticas y lo que guía sus actos: el deseo por llegar a todos sin distinciones, asumiendo retos para formar ciudadanos con conciencia emancipada. Última ayuda, se la conoce con tres letras: ECU. El Espacio Cultural Universitario (ECU, San Martín 750) celebró recientemente sus primeros dos años de vida como institución que promueve la socialización y democratización de la cultura y el conocimiento para todos los rosarinos sin distinción de clases. Con música, arte y literatura guiando su calendario de actividades, pero tratando que las propuestas tengan la potencialidad de abarcar lo múltiple en sentido estricto, su espíritu sigue transformándose al tiempo que, de cara al futuro, se posiciona como ícono cultural de la ciudad y el país. Justamente en ese devenir, desde hoy, será sede de la primera edición de La Chicago argentina. Rosario, crimen y cultura, un festival de literatura policial (ver aparte).
El Ciudadano se reunió con la directora del ECU, Marta Inés Varela, y con el rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Darío Maiorana, para analizar cómo viven el presente de la institución, la experiencia orgánica que significa gestionar cultura, las motivaciones con las que comenzaron a planificar lo que hoy es una realidad, las dificultades del proceso, los logros obtenidos y las expectativas para el futuro.
n Abrir la mente. “Estamos satisfechos por haber alcanzado con creces lo que nos habíamos planteado hace dos años cuando nacía esto”, dijo el rector de la UNR, al tiempo que enumeró algunos de esos lineamientos: “Buscamos socializar la cultura y el arte, abrir la mente de las personas, ofrecer producciones y manifestaciones que, de otro modo, no llegarían a la ciudad. La idea siempre fue despertar vocaciones tempranas, informar a la gente y abrir la mente de las personas”.
n Desafío. Según contó la máxima autoridad de la UNR, el proyecto del ECU se forjó a lo largo de una década. “Cuando yo era decano de la Facultad de Humanidades y Artes empezamos a pensar en rescatar este edificio por varias cuestiones: primero porque el contenedor es un gran desafío, de una jerarquía arquitectónica enorme que permite poner en diálogo y tensión todo lo que mostrás”.
n Ecléctico. Por las amplias salas del histórico palacio, ex sede del Banco Nación, pasaron muestras y actividades de las más diversas: desde homenajes al rock y la música popular, muestras sobre la cultura islámica en Marruecos, otra dedicada a la Cristalería San Carlos, y al arte rupestre, ciclos de música en vivo, recitales y presentación de libros, hasta desfiles de moda, festivales –como el exitoso 404 de Arte y Tecnología–, grabaciones multimedia como el imponente espectáculo Argentina canta a Latinoamérica, y una simpática exposición de soldaditos de plomo, entre muchas actividades más.
n Visibilidad. “Era un lugar que estuvo cerrado veinte años y que costó muchísimo visibilizar”, opinó Marta Inés Varela, directora del ECU, quien analizó que, uno de los motivos de este logro, es que tuvieron “mucha respuesta de la gente por el hecho de que pudieron participar de actividades de primera calidad con acceso libre y gratuito”.
n Generosidad. Desde siempre, mucho se habla de una devolución profesional que los graduados de la universidad pública debieran hacer a la sociedad. El ECU parece ser la punta para concretar ese gran paso. “La mayoría de los artistas que participan aquí lo hacen con mucha generosidad. Otros que no estudiaron aquí y que pudimos ofrecerles a los rosarinos en forma gratuita fueron solventados por la Secretaría de Cultura de la Nación; nosotros jamás podríamos pagar el cachet de artistas como Horacio Lavandera. Muchos grandes como (Daniel) Rivera son amigos nuestros, algunos son egresados de la UNR y vienen a tocar con una gran generosidad, bajando muchísimo sus condiciones”, contó Varela.
Pasado, presente y futuro
El 2014 comenzó en el ECU con una retrospectiva de la artista rosarina Nicola Costantino. Consultado por El Ciudadano, Maiorana anticipó que, el 2015, será el turno de la reconocida artista plástica Renata Schussheim quien mostrará toda su producción.
Para Marta Inés Varela, al frente del ECU, estos años de gestión “fueron un gran desafío”, según confesó. “Teníamos varios objetivos: uno era mostrar la producción de la universidad, cosa que estamos haciendo y que, ahora, sumamos un plan para llegar al interior de la provincia y así entablar una reciprocidad con todo el territorio. Otro objetivo era traer figuras relevantes y también lo hicimos, para que los rosarinos tengan acceso de forma gratuita a espectáculos de calidad. Y, por último, buscamos seducir a las nuevas generaciones y, creo, lo estamos haciendo, conectándonos con los más chicos a través de las escuelas”.
En una suerte de reflexión final sobre lo transitado por el ECU hasta el momento, el rector de la Universidad, Darío Maiorana, consideró como “muy positivo” lo realizado en estos primeros dos años. “Estamos satisfechos porque alcanzamos con creces lo que nos planteamos al comenzar, y la programación de lo que resta para este año y lo que pensamos para 2015 nos hace seguir ilusionados”, contó, antes de revelar que existe un horizonte de trabajo para el futuro con actividades planificadas para los próximos dos años. “Podemos estar muy contentos no sólo como universidad sino también como ciudad y región porque, entre todos, rescatamos este espacio cerrado y lo convertimos en un lugar para todos”, concluyó Maiorana.
Adquisición emancipadora
Cuando falta poco para terminar el año, el ECU no deja de dar sorpresas y sigue anunciando novedades. La más reciente es la compra de un clave que llegará al céntrico espacio en las próximas semanas. “Estamos importando de Suiza un instrumento prácticamente único en el país que permitirá a Rosario convertirse en la capital de la música barroca y de todo un estilo musical”, dijo a El Ciudadano Maiorana. El rector de la UNR contó que dicha incorporación “posibilitará que muchos músicos puedan venir a tocar y estudiar a Rosario; estamos esperándolo y pensando en hacer un gran concierto para inaugurarlo”. Y agregó Varela, quien además de directora del ECU es pianista: “En Rosario no hay muchos de estos instrumentos. El Pro Musica tiene uno pequeño. Vimos cómo crecieron grupos de música antigua y son jóvenes de la universidad. Proyectamos hacer conciertos de clave y orquesta que hasta ahora no se podían hacer”.
La Chicago Argentina
En el marco del 2º aniversario del ECU, se presentará hoy la primera edición de La Chicago argentina. Rosario, crimen y cultura, festival de literatura policial que reunirá a escritores, periodistas e historiadores de distintos puntos del país. La apertura ocurrirá esta tarde, a las 16, con una conferencia a cargo de autoridades universitarias. A las 16.30 se realizará una conferencia a cargo del escritor Juan Sasturain. De 17 a 18.30 habrá dos paneles sobre “Realidad vs ficción” y “Los formatos del género”. Y, a continuación, se inaugurarán cuatro exposiciones: “Muestras Sangre” de Diego Levy, “El Pollo Palacios” de Maus y Víctor Gaite, “Retratos criminales” de Pablo Smerling, y “Fantasmas” de Daniel García.