“Me voy conforme con la defensa, y el orden del equipo”, dijo Miguel Russo en los vestuarios de Almirante Brown. Es posible que sus declaraciones irriten a los pretenciosos hinchas canalla, que volvieron a padecer un partido de Central.
Pero, debe atenderse que Central está mal atrás y arriba. Solo suma la gestión del mediocampo. Y la defensa es la que se encarga de perder los partidos. A punto estuvo el intrépido Peppino de hacerlo en la última jugada, cuando corrió de atrás a Altobelli, pero Caranta fue intuitivo y achicó muy bien.
Entonces, la defensa con Valentini, mejoró. Fueron línea de cinco y todos para marcar. Está bien lo que dice Russo, mejoró. Por una vez no le hicieron goles.
Lo que no tiene explicación, o sí hay que encontrársela, es la falta de juego de mitad de cancha hacia adelante. Hay que ser muy imaginativo para vislumbrar un buen futuro, mirando el presente tan chato de Central.
Una reflexión de mesa de bar diría: “No le hace un gol a nadie”, y es cierto. Pensando en la necesidad de ascender, el camino será largo y sinuoso. Russo tiene confianza, mejor así. Esto es su responsabilidad, y por ahora la entrega es altamente deficitaria.
