Ezequiel M., de 36 años, está internado desde el sábado por una grave golpiza que recibió por parte de policías en barrio Bella Vista. Todo se originó cuando intercedió en un caso de violencia de género. Hubo llamados al 911 y al llegar los uniformados la situación se volvió más violenta hasta terminar con una decena de demorados, algunos con lesiones. Entre ellos estaba Ezequiel, quien tuvo que ser operado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), junto a un joven con los dedos de los pies quebrados y un vecino con un brazo quebrado. De los aprehendidos, dos hermanos quedaron detenidos por agresiones al personal policial y con una manifestación en el Centro de Justicia Penal, este lunes fueron liberados sin ser imputados. El Servicio Público Provincial de Defensa Penal (SPPDP) adelantó que hará una presentación para que se investigue el accionar de los policías como violencia institucional.
Eran pasadas las 10 del sábado pasado cuando Ezequiel caminaba hacia un quiosco y vio que un hombre insultó y le pegó a una mujer con un nene en brazos. Estaban en inmediaciones de Ituzaingó casi esquina con Servando Bayo. Ezequiel intervino para calmar la situación, corrió al hombre, tomó el niño y se lo pasó a la abuela que estaba en el lugar, fue lo que describió este lunes en el Centro de Justicia Penal Julieta Riquelme, de la Multisectorial contra la Violencia Institucional, organización que acompañó a los familiares tanto del muchacho como de los demorados.
A la Multisectorial también se sumaron defensores del SPPDP, quienes reconstruyeron que tras el alerta al 911 por el caso de violencia de género llegó personal policial de la Motorizada.
Para esa altura, la mujer y el nene estaban por un lado y el agresor por otro, más alejado. Si bien no está esclarecido aún cuál fue el detonante, hubo una discusión entre Ezequiel y los uniformados, lo que derivó en que llegaran refuerzos.
Todo estaba tenso hasta que los policías comenzaron a golpear a Ezequiel frente a gran cantidad de vecinos donde había algunos que filmaban y otros que gritaban que pararan. Algunas de las declaraciones que recolectó la Defensa Pública contaron que a Ezequiel no sólo le pegaron cachetadas, con la Itaka en el estómago sino que también le pisaron los dedos de los pies hasta hacerlo sangrar.
Para ese entonces, había agentes de la Motorizada y en una camioneta policial. La madre de Ezequiel había llegado en bicicleta y entró en shock ante la escena pero igual intentó evitar que continuaran pegándole a su hijo, quien ya estaba en la caja de la camioneta.
Lejos de intentar calmar los ánimos, todo siguió a dos cuadras en avenida Pellegrini y Lima, cuando alguien lanzó una piedra que cayó cerca del patrullero. Los policías bajaron, golpearon y demoraron a una decena de vecinos, uno de ellos sufrió la quebradura de uno de sus brazos de un palazo. A su vez, Ezequiel fue trasladado al Heca, donde tuvo que ser operado por una lesión abdominal y sigue internado. Un dato para sumar es que el sindicado por violencia de género no fue apresado.
El descargo policial indicó que estas personas intentaron obstruir el procedimiento y agredieron a los uniformados mientras que, siempre según esta versión, la persona que se quebró sufrió una fractura cuando “cayó pesadamente al piso”.
Desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) informaron que el fiscal de la Unidad de Flagrancia en turno interviene en este confuso caso que se inició por una denuncia de violencia de género y aseguraron que hubo una agresión al personal policial al momento de trasladar el procedimiento.
Además, la Fiscalía contó que hubo nueve personas demoradas, de las cuales dos de ellas quedaron detenidas y que iban a ser imputadas en los próximos días. También sumaron que había dos policías lesionados, que hubo disparos disuasorios con escopetas antitumulto y que había uno de los detenidos con marcas de perdigones, por lo que el personal de la División Judiciales quedó a cargo de las medidas investigativas, aunque en la información no hicieron referencia a Ezequiel.
La Defensa Pública también intervino desde el sábado cuando comenzó a entrevistar a posibles testigos y sumar material probatorio como filmaciones caseras junto a los registros de las cámaras de los comercios de la zona donde se produjeron los hechos.
Era este lunes y el SPPDP seguía recibiendo videos que se sumaron a la declaración de la madre de Ezequiel y de los padres de los dos hermanos que quedaron detenidos. Por su parte, también analizan otras entrevistas donde también nombran que otras dos mujeres fueron demoradas, lo que llegarían a una docena de personas aprehendidas.
Fue en ese marco que pusieron en conocimiento de este material al fiscal de Flagrancia y éste ordenó la libertad de los hermanos y dejó sin efecto la audiencia imputativa que estaba programada para este martes. Aunque aclararon que sigue la causa contra los muchachos, quienes tienen unos 30 años, sin antecedentes penales y con trabajos en blanco.
Desde Defensa Pública también indicaron que uno de ellos tiene los dedos de los pies quebrados, en lo que definieron como un accionar policial “desproporcionado y con el uso de la fuerza desmedida que viola todo criterio de aprehensión”.
En la misma definición entra la detención de Ezequiel por lo que el SPPDP adelantó que hará una presentación esta semana con los dos casos ante la Fiscalía para que se abra una investigación a los policías que intervinieron por apremios y detención ilegal.