La denuncia del ex fiscal Alberto Nisman contra la presidenta Cristina Kirchner por presunto encubrimiento del atentado a la Amia quedó por el momento sin juez, luego de que se excusaran Ariel Lijo y su par, Daniel Rafecas, siguiera sus mismos pasos. Ahora sería la Cámara Federal la que defina quién es el que debe investigar.
Lijo decidió finalmente enviar a sorteo el expediente iniciado por el fallecido fiscal por el presunto encubrimiento de la causa Amia, el que recayó en el juzgado a cargo de Rafecas: de licencia hasta el 20 de este mes, el juez se comunicó con quien lo suplanta, Sebastián Ramos, y resolvió declararse incompetente, aunque la decisión todavía no fue comunicada de manera formal.
Según indicaron varias fuentes consultadas por la agencia Noticias Argentinas, Ramos se ausentó por enfermedad y no firmó nada, y mucho menos a la distancia Rafecas: por ello, una vez que se cumpla ese trámite, la causa volverá a Lijo y será la Cámara Federal la que defina quién es el que debe investigar.
Una versión dio cuenta, incluso, que Rafecas –anticipándose a que el sorteo podía determinar que la denuncia cayera en su juzgado– dejó preparado un documento declarándose incompetente y devolviéndole la causa a Lijo, por entender que es éste quien debe tomar las riendas de la investigación.
Todo indica, que devuelta la causa a Lijo, intervendrá la Cámara Federal para determinar quién de los dos es competente, lo que podría dilatar aún más el trámite de la denuncia de Nisman: de quedar finalmente a cargo Rafecas, intervendrá el fiscal Gerardo Pollicita, quien deberá resolver si impulsa una investigación.
Por la mañana, Lijo decidió remitir la denuncia de Nisman a sorteo, pues evaluó que la misma no es conexa con la investigación que él viene llevando a cabo por presuntas irregularidades en la causa Amia.
La causa que investiga Lijo es de larga data y un gran tramo ya está elevado a juicio oral y público, con el ex presidente Carlos Menem como principal imputado.
Esa vieja causa está dividida en dos tramos, aunque el Tribunal Oral Federal 2 hará un único juicio: uno es por el pago al supuesto reducidor de autos Carlos Telleldín para que inculpe a policías bonaerenses; y el otro por desviar la pista siria que apuntaba al comerciante Antonio Kanoore Edul.
“De la lectura de los hechos que conforman la denuncia, resulta notoria la diferencia existente con el objeto procesal de la causa que tramita ante este tribunal, por lo que de ninguna forma pueden aplicarse las reglas de conexidad que dispone nuestro Código Procesal”, indicó Lijo y explicó que la causa “se circunscribió a irregularidades detectadas en la investigación”, mientras que la denuncia de Nisman “versa sobre hechos ajenos al objeto inicial”.
Berni: custodios de Nisman “actuaron con negligencia”
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, consideró ayer que los integrantes de la custodia del fallecido fiscal Alberto Nisman actuaron “con negligencia”, aunque destacó que será la fiscal Viviana Fein la encargada de determinar las responsabilidades.
Berni estimó que de acuerdo a su propia experiencia los custodios “no cumplieron los protocolos” y actuaron “de manera incorrecta, con negligencia y dolo”.
“Hay protocolos, la custodia debía regirse por los protocolos, pero también es verdad que es el fiscal Nisman es el que convocó a los jefes para indicarles que la custodia iba a responder a él porque no quería que nadie se enterara de sus movimientos”, manifestó Berni en declaraciones radiales.
Según sostuvo el funcionario, “esa es la parte reprochable de su custodia, porque cuando empiezan a dudar sobre el bienestar del fiscal, se comunican con su secretaria, en vez de reportar a su cadena de mando”.
“Por eso eran las doce de la noche y todavía no había una confirmación cierta de lo que estaba sucediendo”, cuestionó Berni, y agregó que fue el propio Nisman quien se presentó ante las autoridades para solicitar que los integrantes de la custodia dependieran solamente de él porque intentaba evitar que otras personas conocieran con anticipación sus movimientos.
Denuncian al ex espía Stiuso por “enriquecimiento ilícito”
El ex director de Contrainteligencia Antonio “Jaime” Stiuso fue denunciado ayer por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, al tiempo que fue acusado de “pincharle” los teléfonos al ahora Papa Francisco cuando era arzobispo porteño. Al mismo tiempo, el senador Pino Solanas lo vinculó con la diputada Elisa Carrió (Coalición Cívica).
La presentación también incluye a otros presuntos integrantes de la Secretaría de Inteligencia y fue realizada por el legislador porteño Gustavo Vera ante el fiscal Federico Delgado. La denuncia es por enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, lavado de dinero e incompatibilidad de los deberes de funcionario público.
Según indicó Vera, Stiuso estaría vinculado a un entramado de siete empresas que habrían sido utilizadas para blanquear dinero proveniente de actividades ilícitas.
Al mismo tiempo, el precandidato a jefe de Gobierno porteño aseguró que Francisco, cuando estaba en el Arzobispado de Capital Federal, «sabía que tenía los teléfonos intervenidos».
“Amigo” de Carrió
“Carrió me dijo que no nos metamos con Stiuso porque era amigo de ella”, aseguró ayer el senador Fernando Pino Solanas, tras afirmar que la legisladora no quiso sumarse a un proyecto para reformar la Secretaría de Inteligencia en 2003.
Contra la versión sobre un pedido de detención de CFK
Con la intención de desmentir dos datos aportados por Clarín, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich rompió ayer dos hojas del periódico en su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada. En uno de los recortes se decía que el fiscal Alberto Nisman había pensado en “pedir la detención” de la presidenta Cristina Kirchner, y en el otro se citaba una frase supuestamente utilizada por Capitanich, que él se ocupó de desmentir.
“Esta mentira sistemática requiere no sólo respuesta de mi parte sino del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal número 4 a cargo del juez Ariel Lijo”, se quejó y sorprendió a todos cuando rompió dos notas del diario delante de los periodistas presentes.
El funcionario se remitió a la aclaración que había brindado Lijo sobre el tema, al explicar que antes de difundir la denuncia del fallecido fiscal decidió tachar partes del texto como “medida de preservación”, tras indicar que “se trata de supresión de medidas de pruebas y no de ninguna otra petición sustancial sobre los presuntos imputados”.
“Por lo tanto hay que hacer esto”, dijo, mientras rompía ante las cámaras dos hojas del diario.
“Y es importante recalcar esto, porque acá también en la página 39 Eduardo Van Der Kooy dice: «es claro aquel disparate de Jorge Capitanich (“el periodismo intentando tapar con la tragedia la cantidad de gente en las playas”). No fue más que un pensamiento de la presidenta»”, leyó el funcionario, al tomar una nota del editorialista para luego romperla.
“La verdad que yo jamás dije eso, lo único que dije es que todo esto es basura, todo el tiempo es mentira y basura. Por eso es importante que el pueblo argentino sepa quién le miente”, finalizó.
